Parece mentira que personas inteligentes, cultas, bien formadas y con un alto nivel de vida sean capaces de prescindir de su pensamiento crítico e ingresen en una secta tan acrítica y poco exigente como el nacionalismo, el independentismo, la creación de nuevas fronteras...
Cuánto daño hacen las banderas y esas lenguas que parecen distintivas y exclusivas.
¡Menudo objetivo para la Humanidad!
jueves, 24 de septiembre de 2015
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