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jueves, 20 de diciembre de 2012

Buenos deseos


Después de la gran crisis decidieron que las siguientes fiestas del solsticio de invierno serían diferentes y pusieron todo su empeño en lograrlo.
Los mejores ingenieros calcularon y diseñaron los nuevos anillos de la Tierra (muy parecidos a los de Saturno, todo hay que decirlo) y les salieron maravillosos; además podían ser observados desde cualquier punto del planeta.
Otros decidieron  escribir los más hermosos cuentos que llenasen de respeto y de esperanza a los seres que a veces se olvidaban de su naturaleza sensible y humana.
Los más generosos dedicaron sus esfuerzos a ayudar a elevar el nivel y el número de los colibríes, para infundir gracia y altura a todas las decisiones.
Más tarde, un grupo reducido de seres colocaron en emplazamientos emblemáticos del universo algunos móviles de Calder, tan raros como excelsos y maravillosos.

A esas noches y a esos días se les llama, con razón, buenos.


  
 http://www.lamalla.cl/%C2%BFanillos-en-la-tierra/

lunes, 10 de diciembre de 2012

Lo imprevisto




Unas palabras de Novalis:

"Todo lo visible reposa sobre un fondo invisible; lo que se entiende, sobre un fondo que no se entiende; lo que es tangible, sobre un fondo impalpable".

Todo lo que sabemos se muestra en una capa por encima de lo que ignoramos; lo que vivimos ocurre sobre algo que no es la vida del todo; lo que sentimos se muestra sobre algo que sólo adivinamos; lo que decimos oculta lo que escuchamos en el mejor de los silencios; lo que hacemos nos impide realizar otras posibilidades; lo que escribimos oculta lo que no logramos traducir a las palabras...

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La luz impaciente


Abrió la ventana y vio que los operarios municipales estaban desmontando la farola que estaba delante de su casa, observó como bajaban con una grúa el soporte vertical y que la luz seguía allí, a unos diez metros de altura sobre el suelo, flotando, iluminando.
Los trabajadores intentaban bajarla, pero no podían.
Sin  cables, sin electricidad, sin columna que la sujetase al suelo, sin hilos que la mantuviesen en el aire, desafiando las leyes de la gravedad y de la lógica, la luz se apagaba durante el día y se encendía al anochecer.
Días más tarde el globo de luz se acercaba a su  ventana, como para saludarlo. Llegó a pensar que su reino tampoco era de este mundo y también algo sobre la impaciente tendencia de la materia hacia la luz.

martes, 4 de diciembre de 2012

La belleza y una sonrisa


Si os preguntan por la verdad, no digáis que a veces nos abandona, que se ha marchado, que no la hemos merecido en estos tiempos, que no la alcanzamos, que la hemos perdido o inventad lo que sea que pueda parecer verosímil.
Si insisten, y os aseguran que sois filósofos, decidles que sólo sois simples, humildes y muy regulares profesores de Filosofía, que nada sabéis de sistemas ni de teorías dogmáticas, que el conocimiento hace tiempo que no os visita, que pensar casi os hace daño.
Pero, por más que insistan, no confeséis nunca que un simple recuerdo puede desencadenar el mejor y el más potente de los beneficios, que se asocia a la mejor sonrisa y que esa es toda la verdad. En ese momento la verdad y la belleza son iguales y coinciden con la bondad, y el mayor bien no es pequeño, es bello y deseable y el deseo es bueno y el bien es la verdad definitiva.
Entonces todo coincide y es alfa y omega y aleph e infinito a la vez, y ya nadie puede salir del todo imaginado.

El Himalaya y otras alturas superiores-y 30

Día 30    Último día      Martes 28-9-2012

Katmandú- Doha (Qatar)-Madrid

Salimos a las 23,35 del día 27 de Katmandú hacia Doha, llegamos después de unas 5,30 horas de un vuelo impecable, unos 5.360 kilómetros, Nos dan una cena aceptable a bordo y dormimos lo que podemos en el avión. Llegamos a Doha, pero tenemos que esperar unas 5 horas en un aeropuerto modernísImo e impecable. 36º fuera, 19º dentro; hace tanto frío con el aire acondicionado que tenemos que ponernos la chaqueta cortavientos de la montaña. ¡Qué despilfarro energético!, ¡qué locura les lleva a creer  que el bienestar es pasar frío, verdadero frío! Otro dato más, otro síntoma más de una sociedad enferma que diseña estos extraños parámetros de habitabilidad.
5.595 kilómetros de Doha a Madrid.

NO SE PUEDE REGRESAR DE LA BELLEZA

El Himalaya y otras alturas superiores-29

Día 29    Katmandú-Patán    Lunes 27-8-2012

Desayunamos a las 8, hacemos las maletas, salimos a comprar una postales y calendarios de regalo para los amigos; descansamos un poco, dejamos las maletas en recepción y nos vamos a las 11 a Base Camp, la agencia nepalí que nos organizó el trekking. Muy educados, pero no se hicieron responsables de nada en ese momento (unos meses más tarde se harían cargo y pagarían la pérdida del equipaje).
Con Gomé y Thamal fuimos a la Policía de Turismo a poner la denuncia de la pérdida del equipaje. Después nos fuimos a PATAN, al sur de Katmandú, con el coche de Thamal.
Vemos Durbar Square de Patán, un conjunto de estupas y templos magníficos, con unas calles y barrios llenos de artesanos de gran nivel. Vimos el Museo de pPatán con esculturas de bronce y de piedra de los dioses del hinduísmo y de Buda.
Comemos en la azotea del bar del Museo con unas vistas magníficas sobre toda la zona de Patán. Regresamos a las 17 horas al hotel, descansamos y tomamos algo.
Por la tarde-noche salimos hacia el aeropuerto.

El Himalaya y otras alturas superiores-28

Día 28    Katmandú    Domingo 26-8-2012

Desayunamos a las 8, escribimos postales a la familia y a los amigos de Monteymesa, salimos a la ciudad.
Calles del barrio de Thamel, llegamos a la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es Durbar Square, con una colección de estupas, templos y palacios reales de la antigua monarquía nepalí. Todo impresionante, bien conservado y digno de  ver. Subimos las siete plantas  de uno de los pabellones.
Paseo de compras por la ciudad y, después de un calor sofocante, la gran lluvia monzónica. Tomamos algo en el New Orleans Café y de compras toda la tarde. Allí mismo celebramos el cumpleaños de uno de los miembros de la expedición, cenamos con vino.
Al regresar al hotel, a las 22 horas, el que celebraba el cumpleaños  se encuentra con una tarta de chocolate en su habitación; regalo de Gomé y de Kamal. La tarta está muy buena.

El Himalaya y otras alturas superiores-27

Dia 27            Katmandú      Sábado 25-8-12

Desayunamos a las 9, cambiamos dinero, hacemos compras por el barrio del hotel. A las 11 viene Kamal, con su taxi a recogernos, estamos invitados a comer en casa de Gomé. Conoceremos a su mujer y a sus dos hijos; también estará Kamal.
Al llegar Gomé estaba cocinando, les llevamos para los niños bombones y chocolate Toblerone y se lo comieron todo la mar de contentos. Viven en una zona alta y tranquila de Katmandú, en una casa muy bonita en la que tienen algunas habitaciones. Nos invitaron a la típica comida nepalí, arroz, pollo, verdura, salsa. Después de comer nos despedimos y Kamal nos dejó con su coche en el barrio de Thamel, que es muy comercial. Toda la tarde de paseo y de compras; tomamos algo en la cafetería New Orleans con internet; escribimos was up a la familia.
Compramos mapas y cuadernos, monederos de lana, unas camisetas. cenamos en una pizzería muy guapa y regresamos en taxi al hotel.

Desgobierno


El Desgobierno perfecto se ha instalado en algunos países y los está arrasando; no es fácil hacerlo tan mal y reunir a tantos incompetentes, inútiles e incapaces ocupando tantos ministerios al mismo tiempo. Tal vez haya que estudiar, ensayar y entrenar mucho para llegar a seleccionar a un Ministro de Deseducación de tal valía, cuya única ocupación es lograr el retroceso de todos los indicadores de calidad educativa a niveles de hace cuatro décadas, sin desaprovechar la oportunidad de apoyar en todo al sistema de negocios de la educación privada. Tampoco es sencillo encontrar una Ministra de Desempleo tan eficaz en su labor de destruir cualquier trabajo digno, estable y de calidad y sustituirlo por paro y gente desesperada. Hay que trabajar mucho también para lograr un representante así en el Ministerio de Injusticia, empleado a tiempo completo en desfavorecer a los ciudadanos y proteger a los más poderosos. También hay que estudiar mucho para seleccionar a un Ministro de Antihacienda tan competente a la hora de subir todos los impuestos a los trabajadores y bajárselos o perdonárselos a los más ricos del país; y seguramente también es necesario un gran esfuerzo para encontrar una Ministro de Antieconomía que ponga todo su empeño en arruinar la economía nacional y cualquier tipo de esperanza. Parece ser que casi es imposible hallar un mejor Ministro de Anti-interior, ocupado en controlar cualquier atisbo de resistencia o de protesta ciudadana y de proteger a los grandes sinvergüenzas de la patria. O una Ministra de Antisanidad empeñada en privatizar todo lo privatizable, hasta el alma de los pacientes, intentando hacerles creer que es por su bien. O un Ministro de Desindustrialización, cuya única tarea parece que es anular cualquier posibilidad de que se haga algo bien o con inteligencia en el país. En fin, es tal la habilidad para acumular fallos, datos negativos y despropósitos que, dentro de poco, cuando ya sea imposible ocultar toda la verdad a través de los medios de desinformación y ocultación, van a tener que prohibir el pensamiento libre; así se habrán asegurado el objetivo por el que trabajan: que los más pobres subvencionen y ayuden sin rechistar a los más ricos para que puedan acumular más dinero y fortuna.
Y en un país tan curioso, que parece inventado, se gobierna contra la mayoría de los ciudadanos mientras sigue habiendo millones de pobres de derechas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-26

Día 26     Viernes 24-8-2012

2º intento                 Juphal-Pockara-Katmandú

Estamos casi seguros de que volveremos sin problemas, la noche está estrellada y todo parece estar bien.

Con la niebla el avión de Nepalgunj-Jhupal-Nepalgunj se desvió para hacer otro recorrido y, como no era fácil que se hiciera otro vuelo más tarde, aprovechamos que había llegado un vuelo de Pockara, en el que había plazas, para presionar y salir de una vez de Jhupal.
1-DESPEGANDO
Si aterrizar en la pista inclinada de tierra y piedra de Jhupal es para valientes, el despegue tiene emociones de parque de atracciones. No hay posibilidad de error, el avión pone sus dos hélices a la máxima potencia,  suelta los frenos y empieza su recorrido cuesta abajo ante lo que parece más una maniobra para obtener emociones  fuertes que el despegue de un aeropuerto o aeródromo. La pericia de los pilotos, su experiencia y habilidad, hacen que parezca fá´cil lo que debe ser bastante difícil. Antes de que se termine la pista de unos 300 metros, el pequeño avión-avioneta ha despegado y no hay ninguna sensación de caída que uno pudiera haber imaginado. Perfecto.

2-EL VUELO
Volar es majestuoso, espectacular y divino. recorremos de oeste a este unos cientos de kilómetros de Nepal, no demasiado lejos del Hiamalaya. Es un placer visual, geográfico y metafísico ver valles y montañas gigantescas, comprobar que podemos pasar a apenas 200 metros de los collados sobrevolando el mundo por encima de cumbres de 6.000 metros y  de valles que dibujan inmensas uves casi verticales. El avión recorre estos lugares como si hubiese una línea secreta que uniese las cumbres. Nos deslizamos por encima de montañas de más de 4.000, 5.000 y 6.000 metros, vemos nacer arroyos que se convierten en torrentes que pronto se disponen a ser ríos caudalosos; vemos pueblos con sus terrazas de arroz bien rabajadas, rebaños de cabras, estupas en los altos, algunas banderas al viento.El vuelo es un placer para la imaginación.
Al irnos acercando al destino divisamos hacia el norte el Daulaghiri y los Annapurna entre las nubes, todo esto es algo más que prodigioso, estas alturas rozan la excelencia de lo que se puede ser; no es extraño que se hayan considerado "sagradas" estas montañas. Montañas divinas, si es que los dioses tienen buen gusto.

3-POCKARA
Nos acercamos al lago de Pockara y vemos una ciudad  que parece bien trazada, aterrizamos en una aeropuerto que ayer estaba en huelga porque quieren que sea internacional. Parece mucho mejor que el de Katmandú.
Aterrizaje impecable, salimos del avión, recogemos las pertenencias y, mientras Gomé llama a la agencia para ver cómo proseguimos el viaje hasta Katmandú (a 220 kilómetros), vemos una ciudad bien trazada, arreglada, aceras, calles, limpieza... parece una ciudad de vacaciones, muy occidental. Hace un calor tropical.
Por la huelga de ayer no es fácil conseguir hoy plazas para un vuelo a Katmandú, se decide alquilar una furgoneta que nos lleve a la capital. Vemos al americano con su mujer chino-americana, que habla español, que ha realizado en 15 días su mejor trk desde jhupal-Shay Gompa-Poksumdo hasta Jhonson. Está encantado.

4-EL VIAJE EN  COCHE
Se anuncia como autovía pero no deja de ser una mala carretera la que une las dos principales ciudades de Nepal, Pockara y  Katmandú. Si conducir en la ciudad es un caos, conducir por carreteras en Nepal supone una buena dosis de reflejos, de habilidad y de audacia. Los coches se adelantan como si no viniese ninguno enfrente, se tocan el claxon continuamente; y todo eso con una densidad de tráfico de espanto de camiones y microbuses, por una carretera que bordea un gran valle con un gran río al fondo.
Los nerviosos  es mejor que no gocen de esta experiencia.

5-LA RECETA
Se salimos a las 10,15 de Pockara, sobre las 12 paramos en un puesto de carretera a comprar agua y unos fritos que resultaron ser deliciosos. La cosa no prometía, los cogían con la mano y los envolvían en papel de periódico o de revista. Pero estaban sabrosísimos.
Parece ser que llevan cebolla, calabaza y coliflor, todo rebozado en una mezcla de huevo y harina. Como resultado un placer sensorial. Exquisito. Al final s e compraron 3 raciones para los 6 que íbamos en el coche; nosotros 3, Gomé -el  guía-, Kamal el cocinero-, y el chófer de la furgoneta alquilada.

6-LA COMIDA
A las 13 horas paramos a comer en un restaurante popular al lado de la carretera, con vistas al río (100 metros más abajo) y a unas plantas de bambú de más de 12 metros de altura.
Comimos al estilo nepalí, con la mano derecha mezclando el arroz blanco con los vegetales, el pollo y las salsas. Estupendo.

7-EL FINAL
Sobre las 16,30 llegamos a Katmandú comprobando muy bien el nivel de deterioro de la carretera principal que nos acerca a la capital. A pocos kilómetros de Katmandú, cuando se sube una especie de puerto de montaña, la carretera tiene tales baches y está tan destrozada que casi hay que parar, poner la 1ª velocidad e intentar superar obstáculos y arroyos y baches más propios de senderos y pistas de todoterreno.
Camiones Tata , de la India,  superpintados, que se estropean; ruedas de camiones tan estropeadas que a nadie sensato se le ocurriría utilizarlas, y mucho menos en camiones que llevan cargas inflamables; policías muy bien uniformados de azul que no pueden poner orden en este caos espontáneo. Además llueve un poco.

8-HOTEL MANASLU
El Hotel, aunque tiene unas obras en la entrada, es un remanso de paz. Nos duchamos con un placer infinito y logro afeitarme con bastante trabajo, después de tantos días de barba salvaje. Parecía un buscador de oro, un aventurero, un cazador.
A las 7 bajamos a charlar, cenamos tranquilamente y descansamos.

viernes, 30 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-25

Día  25     Jueves 23-8-2012

Viaje de regreso  Juphal-Nepalgunj-Katmandú.   Primer intento, primer fracaso

Si todo va bien y no llueve y nos sonríen los dioses, hoy cogeremos el avión de >Juphal a Nepalgunj y de allí otro a Katmandú.
Ayer conocimos a Pedro, un portugués que habla español de maravilla, francés, inglés, que está aprendiendo italiano con su novia y polaco por motivos de trabajo. Trabaja para un banco de Luxemburgo y parece todo un hombre de mundo, viajado y experimentado. Ha venido al Dolpo con la empresa francesa Terra d¨Aventure, que casi siempre lleva viajeros franceses; en esta ocasión viajan 11 franceses y él y ya está un poco cansado de tanto chovinismo. tendrá unos 55 años y hace 8 que ha empezado a practicar trekking, ha estado en Patagonia, en la Torre del Paine y en el Fitz Roy, en Mali, en los volcanes de Mali, en Perú...
es un hombre encantador, con don de gentes, un hombre de mundo que  ahora se está divorciando, sus hijas ya son mayores y está empezando una segunda vida. Tiene energía.
Esperar en Juphal permite conocer gente (a pesar de ese perro que ha estado ladrando toda la noche, ¿para qué sirve un perro que ladra sin parar, de qué está avisando?

Hay muchas maneras de viajar, desde la surcoreana que vimos ayer en Shhepka, con la persona que parecía su secretario-fotógrafo, su caballo con asistente que le llevaba la mochila y las riendas del caballo, con su séquito d e 11 personas y 9 mulas... hasta la chica occidental que vimos ayer caminando sola por el Parque nacional Shey Poksumdo con una mochila ligera.

Casi estamos despiertos desde las 5 de la mañana, levantarse, recofer las malestas, desayunar (el último  desayuno que nos hace nuestro cocinero) y a esperar con los 12 franceses. Hablamos unas horas con Pedro, que tambie´n quiere ir a la Antártida.
Si algo puede salir mal... vino sólo un avión de Nepalgunj y se fue con los 12 franceses; se calculaba que haría 2 viajes, ya nos habían revisado el  equipaje y las mochilas, ya teníamos la tarjeta de embarque en la mano y "CANCELADO" de nuevo. Con el avión llegó una nueva expedición, unos salieron y otros entraron, en cadena, así es el turismo, incluso el de alta montaña.
Cargando con todo el equipaje, unos 23 kilos, regresamos al lodge bastante decepcionados. De nuevo a esperar, ¡qué destino tan curioso! A las 12 alguien sacó un salchichón ibérico buenísimo y nos lo comimos.

Los que nos ayudaron een esta expedición:
-Tika, ayudante de cocina, nos llevaba el té a las 6 de la mañana y, poco después, tato pani (agua caliente) para lavarnos; se ha marchado ya a trabajar para otra expedición por el Alto Dolpo hasta Jonhson, de allí a Katmandú, donde está su familia y sus dos hijos. Se emocionaba al contarlo. Es una buena persona, muy trabajador y  amable, educada, servicial (no servil) y entrañable, le deseamos lo mejor.

-Hira, que parecía musulmán con su turbante en la cabeza y su paño rojo por encima del cuerpo cuando llovía, Era nuestro "porter", vive a 3 días de Jhupal, se ha ido también con otra expedición a trabajar. Un joven trabajador, fuerte, educado y simpático.

-El mulero se habrá ido a su casa, vive en el pueblo que está debajo de Jhupal.

-Barak, el otro ayudante de cocina, siempre agradable y cumplidor, también se ha ido a trabajar.

-Gomé, el guía, y Tarak, el jefe de los cocinenros, siguen con nosotros porque van a Katmandú para ver a sus familias. Los dos son muy buenos amigos, de la etnia Gurum, de la zona del Manaslu.

Tanta convivencia durante 18 días y ahora cada uno por su lado,,, no sé si los humano sabemos despedirnos, no parece que se nos dé bien medir la importancia que tiene cada persona que conocemos.


Hallazgos


Según los últimos descubrimientos realizados en varias regiones de Nepal y del Tibet, las altísimas montañas que forman la cordillera del Himalaya podrían ser restos arqueológicos, ruinas de pasadas civilizaciones que habrían logrado elevar sus edificaciones a alturas superiores a los 8.000 metros. Con su obsesivo apego a los glaciares, al viento y a la nieve, aquellos habitantes fueron olvidándose del mundo de abajo y, poco a poco, ensimismados en su helado cenit, sus corazones quedaron helados y desaparecieron.

Otros arqueólogos señalan que existen las mismas posibilidades para las grandes montañas de los Alpes, de los Pirineos, de los Picos de Europa y de otras cordilleras del planeta.

Que unas civilizaciones del pasado hayan logrado hace tantos cientos de miles de años alturas semejantes supone un desafío científico de primer orden y pone en serios aprietos a toda la geología, la biología, la arqueología, la antropología y la historia actuales.

Según estos estudios no deseaban el poder ni el dinero, ni la fama ni el éxito; lo que querían era dominar las alturas, las máximas alturas, para ver más lejos, no para conquistas a nadie.

Hoy, cuando nuestro edificio terrestre más alto apenas sobrepasa los 800 metros, estamos a tiempo de reflexionar sobre lo que significa construir hacia arriba y olvidar lo de abajo, sobre lo que supondría dominar las cimas olvidándonos de la base de todo.

Si la tesis es correcta, los montañeros, los alpinistas y los himalayistas se convertirían en escaladores de edificios, en aficionados a la arqueología vertical y, en vez de denominar cresta cimera a esa parte de la montaña que nos conduce a la cumbre, tendrían que denominarla alero, tejado o azotea.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-24

Día 24    Miércoles 22-8-2012

18ª etapa    Shhepka (2.660 m.)- Juphal (2.400 m.)

Si todo va bien mañana acabamos la expedición, aunque nos tememos retrasos para regresar en el vuelo de Juphal a Nepalgunj y desde allí a Katmandú. Según nos dijo el guía llevan cinco días sin salir vuelos desde Juphal. Veremos lo que sucede y esperemos que nos ocurra lo mismo que desde Nepalgunj para venir al Dolpo.
Ha llovido por la noche, ahora al amanecer el río sigue pareciendo una catarata incontenible, los pájaros emiten sus cantos-chirridos, las chicharras su eléctrico y vibrátil sonido, tal vez sean monos ahuyadores... entre todos componen una atmósfera de tensión en esta jungla, en esta especie de selva de árboles altísimos que estamos atravesando.

Es todo un espectáculo contemplar cómo desmontan el campamento de los surcoreanos, parecía el mejor material de acampada, pero esta noche a una tienda le pusieron un plástico encima.

El descenso ha sido larguísimo y cansado. Al final hemos llegado al río que viene de Dunai, al punto de partida, y hemos subido a Jhupal. Llegaríamos a las 4 de la tarde.
Por desgracia tenemos a un grupo de 20 franceses que han llegado antes (y no olvidemos que llevan cinco días sin salir aviones de es te aeródromo.

Como novedad, hemos dormido en una habitación en el lodge.

Querido Heráclito: los ríos no se paran a pensar (a no ser que piensen moviéndose, fluyendo, como los del Himalaya)

Querido Parménides: las montañas se paran, pero no parece que se hayan parado a pensar.

Después de hacer este largo viaje sabemos que las montañas se comunican entre sí a través de las nubes; las llaman, las seducen, las entretienen y les dicen lo que deben transmitirles a las montañas vecinas e, incluso, a las de cordilleras más lejanas. Así deciden cuando debe quedar todo cubierto o nublado o cuando puede estar despejado y celeste.
La montaña más alta propone a las otras ochomiles la dirección de la nieve y las ráfagas de viento, las cortinas de niebla y las nubes que han de ocupar todos los valles, también la lluvia que ha de caer por la tarde.
Pero lo más importante se decide entre ellas, cuando se ponen de acuerdo, se cuentan entonces sus epopeyas y las bendiciones de las alturas y de la ausencia y escasez de oxígeno y de seres humanos.
A veces se ponen poéticas, trascendentes, y se sienten importantes, se creen símbolos de todo lo más elevado y llegan a creer que las vidas de los humanos no es mucho más que una pequeña elevación móvil que va a dar a las montañas, no al mar, y que en ese ascenso algo deben aprender.

"La detección del bosón de Higgs"




Faustino López. "La detección del bosón de Higgs".

Escultura cinética apoyada.
Noviembre de 2012. 78 x 47 x 45 cms. aprox.
Técnica mixta: base de madera, círculo de zinc y círculo de cobre (acelerador), muelles de hierro, plásticos de colores (trayectorias y trazas de las partículas), alambre galvanizado, varillas de acero inoxidable, bolas de madera (partículas).

Se intenta representar mediante un círculo metálico el acelerador de partículas del CERN, los dos grandes detectores ATLAS y CMS, así como las colisiones y las trayectorias de las partículas que se originan en esos momentos; también mediante esas líneas de plásticos de colores se sugiere el hecho de que esas partículas son inestables y fluctuantes, difíciles de detectar y conocer.



Regalo para el físico de partículas, profesor de Física en la Univ. de Oviedo, Javier Fernández Menéndez, por su conferencia sobre la detección del bosón de Higgs para los alumnos y profesores del IES La Magdalena, Avilés, Asturias.

http://ieslamagdalena.com/images/stories/Filosofia/img_0709.jpg

martes, 27 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-23

Día 23    Martes 21-8-2012

17ª etapa    Ringmo (3.820 m.)-Shhepka (2.660 m.)

El estruendo del río que surge del lago Poksumdo se ha escuchado toda la noche, es tan potente que casi me impide dormir. Ayer, en la cola del lago, todo era remanso y paz, y leves sonidos de olas.
La luz planea con una elegancia exquisita sobre el agua, no puede existir un amanecer de mejor categoría.
El lago Poksumdo es emblemático, encajado entre altísimas montañas, con ese color turquesa cristalino, parece el emblema de la pureza y de la serenidad, de la quietud y de la permanencia dichosa. Pero el río que sale del lago pasa de llevar agua lenta y calmada a aguas tormentosas, como si detectasen la gravedad y los inmensos descensos que les esperan.
Quien observe el lago no podrá creer que da origen a un río tan torrencial y poderoso; los que lleguen desde el Sur y hayan visto primero el río de montaña y las cataratas, no podrá creer que se origina en un lago tan plácido.
Siempre llenándose y siempre vaciándose al mismo tiempo, el mismo destino que los humanos, hacerse y rehacerse y deshacerse, acumular y eliminar, vivir y descansar.

1-LA BELLEZA en un día muy largo.
Parecía que nos despedíamos de Ringmo y del lago Poksumdo, pero su color azul turquesa nos ha acompañado media jornada, por el largo y fascinante descenso del río Poksumdo.

2-LAS CATARATAS

Cuando llegamos al ruido, al rugido de la cascada, de casi 200 metros de altura, no vemos nada, todo está envuelto por la niebla. Nos sentamos a esperar en una especie de mirador-habitáculo hexagonal; en una hora se ha despejado y se despiertan todas las maravillas, se deja ver el río embravecido y de color azul, se muestra poco a poco la catarata, la ladera de enfrente, las montañas de 6.000 metros nevadas, un pueblo de postal abajo, con su camino y su río. Como una miniatura de un mundo perfecto, sólo por ver todo esto el viaje está más que justificado.

3-EL LARGO DESCENSO
A pesar de haber parado a comer, el trayecto se ha hecho muy largo, hemos llegado a las 5 de la tarde. Nuestro río azul se ha unido a otros ríos con el agua más gris y ha ido perdiendo su color peculiar, se ha cargado de sedimentos. pero no ha perdido fuerza, más que un río parece un dios furioso que quisiera llevar toda el agua del mundo por un desfiladero estrecho. Titanes alocados diseñaron esta manera en la que desciende el agua, no hay fuerza racional capaz de vencer este ilimitado proyecto de la naturaleza en el Himalaya.

4-EL RÍO (SULI CAT RIVER)
Las nubes generan unos arroyos casi verticales que van confluyendo y ocupando sus cuencas de erosión, se van uniendo y así van formando ríos potentes, caudalosos, salvajes, indómitos, imposibles de controlar.
Los puentes parecen efímeros, nacen con la certeza de su caducidad, como las rocas y las paredes de los desfiladeros que se van erosionando todos los siglos durante días, la Tierra entera es una esfera en tantas partes como estos ríos quieran.
Llegamos a Shhepka y nos espera casi un camping europeo, flores, un césped segado, muros de piedra, las mulas en esta ocasión no pueden acercarse. Hay otro grupo que parece que está estrenando todo el e quipo: tiendas, colchonetas... son surcoreanos que disfrutan de un viaje de lujo, cenan en la tienda grande con su dosis de elegancia. No es como nuestra expedición, que perdió su tienda-comedor el 2º día.

5-EL JUEGO
El río hace lo que quiere con las rocas, las piedras y la tierra, y juega a colocar en posturas inverosímiles a los troncos encima de rocas situadas en medio del río. Es como si la fuerza del agua nos estuviera avisando de lo que es capaz.
Jugar, a destruir ya  construir, como el niño de Nietzsche, con absoluta inocencia e irresponsabilidad, con la ventaja que da saber que el que vive, camina o pasa por esos desfiladeros ya sabe cuál es su sitio y cuáles son las precauciones y los cuidados.
Estamos a 2.66o metros de altura, como el Torrecerredo en nuestros queridos Picos de Europa.

6-LA JUNGLA
Parecía una selva, una jungla salvaje, como si hubiese monos aulladores, aunque son chicharras creando un ritmo eléctrico y nervioso que parece una secuencia de tensión de una de las películas de "Parque Jurásico".

Cenamos en el interior del lodge (hotel). El camping parece asturiano, maíz, manzanas, lluvia, humedad, flores...




miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-22

Día 22    Lunes 20-9-2012

16ª etapa     Poksundo River (3.820 m)-Ringmo-Poksundo Lake (3.820 m.)

Con razón Nietzsche estaba enamorado de las alturas y de las altas montañas. Cuando casi nadie esquiaba ni escalaba ni apreciaba la nieve, cuando no había estaciones de esquí ni turistas molestos, cuando no había telesillas ni telecabinas ni funiculares, Nietzsche pasaba algunos meses del verano en Sils María, en la Alta Engadina, lo que hoy es St. Moritz. No es extraño que dijese en "Así habló Zaratustra" que se encontraba a dos mil metros sobre el nivel del mar y a muchos más sobre los  asuntos humanos. Esa era su gran tarea filosófica.

Ha llovido toda la noche, para variar, pero hemos dormido mejor a menos altitud y sin el ruido de todos los ríos. Despertado, abrir la tienda y ver el lago Poksundo es un placer superlativo de primer orden, el color turquesa, las montañas que lo rodean, un tronco varado en la playa de piedras pequeñas, una roca, también algunos árboles inclinados hacia el agua. Es como un lago zen exacto; si existiese la perfección estética debería estar cerca de este lugar en el que nos encontramos.
Llueve sobre el lago, se producen pequeñas ondas concéntricas que se van ampliando; una ligerísima brisa produce unas pequeñas olas. El reino de la serenidad debe ser este. Y eso que sólo vemos la mitad de las  montañas, la parte superior ha elegido las nubes y la niebla para protegerse. No merecemos del golpe toda la belleza.
Abetos verticales, abedules que se inclinan sobre el agua como narcisos, somo seres enamorados de los espejos de altura.
Durante estos días he estado leyendo "El leopardo de las nieves", de Peter Mathiesen, que se perdió con un equipaje cuando se cayó la mula; nuestra motivación para venir aquí. "Historia menor de Grecia", de Pedro Olalla, una manera originalísima de entender la literatura y la historia. "La playa de los ahogados", de Domingo Villar, una novela policíaca ambientada en Galicia. Toda una búsqueda en espiral para alcanzar la verdad. Ahora tengo en mis manos el pequeño libro "Inglés para viajar", al que no hago mucho caso; no logra interesarme ese idioma tan necesario. En el próximo viaje llevaré más libros y más sonrisas.
Como decía Miguel Hernández, "no perdono a la vida desatenta", de ninguna manera.
menos de cuatro horas, con paradas, fotografías, descansos y descalzarnos para pasar un río, todo eso para
llegar a Ringmo, que también se encuentra a la misma altura, en el lago Poksumdo.
El camino es complicado, sube muchísimo sobre el nivel del lago para salvar paredes casi verticales y desde las laderas se descubre un paisaje delicioso y perfecto que no disminuye por la lluvia ligera que cae, ni por la niebla que nos impide ver las cumbres.
El lago es de origen glaciar, con un color azul-verde turquesa tan especial que casi parece pintado entre las montañas, de las alturas vienen arroyos que casi caen verticales. Cuando se lleva casi la mitad del camino se ve Ringmo y el monasterio, todo tan perfecto y tan bien situado en su sitio por la naturaleza que parece imposible mejorarlo. Al llegar a Ringmo nos damos cuenta de que la pequeñísima población podría mejorar en la recogida de basuras y que todavía les falta algo para ser como Suiza.
Dicen que el lago tiene 200 metros de profundidad, pero más que un valle inundado entre montañas parece que las laderas de las grandes montañas comienzan en sus aguas, que flotan, que se colocan con cuidado a su lado para nacer con calma.
Ese color azul-verde turquesa que tanto nos gusta parece que irradia de su interior, con una iluminación propia, una especie de radiación estética (no peligrosa ni radiactiva) de primer orden.
Por la tarde fuimos al monasterio  budista de la secta "bom" y estaba cerrado; el lugar es espléndido. También dimos un paseo por el pueblo, entre lluvia; están construyendo más lodges (hoteles) y fuentes que sitúan a Ringmo como entrada del parque Nacional de Poksumdo.
Después encendimos una hoguera en una especie de "portal" que se hace para cocinar y dormir. Hemos cenado al lado del fuego. Más interesante.

Tampoco tengo hoy mucho más que decir, algunas palabras olvidadas, un rumor incesante de vitalidad y dos o tres ambiciones de esas que parecen imposible alcanzar. Sigue siendo imposible recuperarse de la belleza que se sitúa más allá de los límites.
Ahora sabemos que la geografía inventada es otra rama de la literatura fantástica, igual que la Filosofía; en cualquier caso parece que hay vida por encima de los lugares que podemos imaginar.

martes, 20 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-21

Día 21     Domingo 19-8-2012

15ª Etapa  Campamento base del Kang-La (4.850 m.)- Kang-La (5.378 m.)- Poksundo River (3.820 m.)

Lluvia y frío toda la noche.
Muchas cosas han tendido que hacerse bien para que haya madrugado como todos los días. Llega la luz, escasa; la lluvia no para, el frío está presente, se nota la altura, ya nos apetece subir al Kang-La y bajar hasta el lago Poksundo.
La noche ha durado un mes, lluviosa, obscura, como si no quisiera terminar; fría, húmeda, alargada, como si quisiera vencer al día.
Me gusta más la luz que esa tiniebla periódica.

1-SUBIR
Salimos a las 7,45 de la mañana, lloviendo, desde 4.850 m. hasta el paso del kang-La, a unos 5.400 m., en apenas dos horas. Deja de llover, pero la niebla sigue pegada a las laderas de las montañas. El esfuerzo de subir es colosal, parecía que nos faltaba aire, como una especie de insuficiencia respiratoria o de asma circunstancial.Unos agotados, nuestro biólogo naturalista adelante, más fuerte.
es nuestra ascensión más alta en el Dolpo y en el Himalaya, nuestra máxima altura y ¡pudimos hacerlo!, ¡somos unos campeones!, humildes, pero campeones.

2-PIEDRAS
Colocamos algunas piedras en los altares budistas de las banderas y cogemos algunas piedrinas de recuerdo para los que nos pidieron simplemente una piedra.

3-BAJAR
La bajada es extraordinaria y bastante fácil, un inmenso pedrero algo húmedo por la lluvia, nos permitió bajar 400 m. en pocos minutos. Nos cruzamos con un grupo de 3 coreanos del sur que ascendían.
El Kang-La es más fácil viniendo de Shey Gompa que de Poksumdo, son unas subidas estremecedoras desde el lago.
La bajada se ha hecho larguísima y tendida, valles, ríos, un desfiladero tormentoso, peligroso y atractivo; tuvimos que descalzarnos siete veces para cruzar el río, Los pobres pies acaban agotados y fríos de tanto descalzarse. Nadie quiere imaginarse esto subiendo, ya que es un descenso tremendo.
Comemos cerca del río Poksumdo, pero todavía nos faltan dos horas de camino hasta la orilla del lago.

4-LLANEAR
Lo que deberían haber sido seis horas (según la última expedición de Gomé), han acabado siendo 9,5 horas. Hemos tenido que descalzarnos de nuevo, cruzar el río, poner piedras y troncos para cruzarlo. Impresionante.
Nos hemos adentrado en valles perfectamente alpinos, altísimos, llenos de vegetación (coníferas y abedules). Hemos tardado mucho en pensar, improvisar y cruzar tantos pasos del río.
Al lado tenemos la cordillera Kanjiroba Himal y se ven 3 glaciares maravillosos. Al final, bastante cansados, llegamos al lado del lago Poksumdo, acampamos y nos relajamos.

5-TOTAL
De 5.400 a 3.800 metros, hemos descendido 1.600 metros de altura. Todo un alarde. Uno de los días más espectaculares y hermosos. Aventurero e impactante.
Bajaba tarareando durante horas la música de Bach, Haendel, Vivaldi, Amancio Prada... Ya casi tenemos ganas de sentarnos en una silla, en un sofá y escuchar música.

6-LAGO POKSUMDO
El lago está a 3.820 metros de altura, es más que un lago alpino, sus aguas son de color azul turquesa (al parecer se debe al hielo derretido de los glaciares). Se encuentra entre montañas poderosas que caen casi en vertical sobre las aguas. Todo un espectáculo sublime. Es impresionante.

7-LLUVIA
Y ahora nos llueve, como casi todas las tardes.
Espero dormir aquí mucho mejor, a menos de 4.000 metros, "en esta apartada orilla" del lago Poksumdo sí se respira mejor. Pero lloviendo, nadie es perfecto.
hemos cenado muy bien, como siempre. Este cocinero, a media luz, de rodillas, en el suelo, en una tienda de campaña, es capaz de hacer sopa de ajo, puré de patatas, salsa, pimientos al vapor y empanadillas con arroz y vegetales. De postre peras en almibar.

martes, 13 de noviembre de 2012

Geografía


Gracias a las autoridades geográficas se logró restablecer el orden después de aquella repentina aparición del caos. Los primeros en detectarlo fueron unos montañeros que cada mañana se encontraban rodeados por montañas diferentes a las de la tarde anterior, con ríos o desiertos distintos, con tiempos atmosféricos cambiantes.
De aquel desorden ya sólo queda por controlar esa sabia y repentina afición de las nubes por ser salvajes, irracionales e incontrolables.
Los viajeros podían estar tranquilos, los que acampen cerca de un paso de montaña como mucho pueden amanecer en otro situado a cientos de kilómetros.
Los expertos están intentando resolverlo.

El Himalaya y otras alturas superiores-20


Día 20    Sábado 18-8-2012

14ª etapa    Shey Gompa (4.420 m.)- Camp. base del Kang-La (4.850 m.)

A las 8,30 salimos de Shey Gompa y durante unas 2,5 horas vamos ascendiendo lentamente el largo y tendido paso del Kang-La. Acampamos a las 11 de la mañana más o menos, montamos las tiendas y empieza a granizar con fuerza.
El paisaje es precioso, las montañas parecen un caos de torsiones, estratos retorcidos y todo tipo de rocas (un paisaje parecido al del viejo oeste americano de las películas).
Acampamos cerca del antiguo circo glaciar, hay una cascada preciosa cerca y un río, como no podía ser menos.
Es curioso, aunque llueva o granice no se pierde toda la visibilidad, se siguen divisando las cumbres de cinco mil metros.
Creo que estamos cansados, como si estuviéramos midiéndonos en el límite de la resistencia física y mental. Alguno está más fuerte y animado.
Comimos en la tienda grande, que es la de la cocina y el lugar donde duermen y donde juegan a las cartas.
Esperamos que, a partir de mañana, ya todo sea descender y descender y podamos sentirnos menos cansados y respirar mejor.
Parece que todos los días nos llueve, sobre todo por las tardes. En esto no tenemos suerte.
Paró de llover y salimos a observar animales, marmotas, bharales. Con los prismáticos y el teleobjetivo se ve todo muy bien. Vuelve a llover y regresamos a la tienda. Ahora tenemos una tormenta encima, llueve con ganas.

Si nos involucráramos en cada día, si fuera hoy y no ayer ni mañana, si pudiéramos salir de nuestra modesta conciencia para situarnos mucho más arriba, como si saliésemos del valle y ascendiésemos a las montañas para ver siempre montañas más altas, inaccesibles tal vez, pero existentes; es posible que inviables, pero reales. Pero entre la falta de oxígeno, la altura y algún leve desarreglo intestinal, parece que no estamos al 100% de nuestras posibilidades.
Se ve que los límites del cuerpo están claros, no tanto los de la mente. "Claridad y distinción", decía Descartes; sí, pero claridad y distinción para qué, para entender, para solucionar, para sobrevolar, para ver como si fuese la primera vez.
Omphalos, el ombligo del mundo, el centro de la vida, lo que debes cuidar y atender cada día, a lo que debes dedicar tus mejores sonrisas.

Es dura la vida de estas personas que nos ayudan en la expedición del Dolpo. Muchos de ellos llevan chancletas en los pies a 5.000 metros de altura; se mojan, se enfrían. Hace unos días el mulero se puso enfermo, hoy uno de los ayudantes de cocina, que también es porteador. Duermen seis en una tienda grande que tiene alguna gotera, por la mañana sus colchonetas están algo mojadas.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo; en Katmandú, la capital, el hacinamiento y la suciedad son abundantes. Aquí, en el Dolpo es como si no conocieran la rueda, todo se transporta en mulos o sobre las espaldas de los porteadores, sean piedras para construir, leña para el fuego o cualquier producto comercial.


lunes, 12 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-19

Día 19   viernes 17-8-2012

13ª etapan   Shey Gompa (4.420 m)

Día de descanso en el que no movemos el campamento., visitaremos un monasterio c ercano, el Tsakang Gompa.
El día está soleado y frío. A las 6 se ven perfectamente las montañas, después se levanta la niebla. Es un clima compliacdo, variable, duro y difícil.
Sobre las 8 de la maána nos vamos los 3 con Gomé, Tika (ayudante de cocina) y el mulero hasta el monasterio, situado a unos 300 metros más alto que nuestro campamento.
Gomé y el mulero dan la vuelta a mitad de recorrido y nosotros seguimos con Tika hasta el collado (4.900 metros) de la Montaña de Cristal. El paisaje es espectacular, la colección de valles, montañas inmensas, ríos y desfiladores es más que impresionante. Hacia el Norte están las montañas de Tibet-China y al Oeste se adivinan los Kanjiroba, que no se dejan ver envueltos como están por la niebla y las nubes.
Para un aficionado a las montañas esto es el Paraíso elevado al cubo.

Vemos a un lama y a 12 personas más completar la vuelta a Cristal Mountain, debe ser una preparación ritual para el festival budista del día 27. la verdad es que la Montaña de Cristal parece que se puede subir, es como nuestra Peña Rueda (en Asturias) a lo grande. Desde el campamento habría que subir unos 1.200 metros.
Vemos una marta con un ratón que había cazado, marmotas, buitres del Himalaya, yacks y cabras.
Comemos, descansamos.

La leyenda popular dice que el enclave-lugar del monasterio Tsakang Gompa se debe al vuelo de un lama desde la Montaña de Cristal. Todos las religiones usan y se aprovechan de la belleza natural, el paisaje espectacular, los desfiladeros, las cuevas... como valor añadido a sus creencias; así se consigue más éxito, Algo parecido se hizo en Covadonga y en Montserrat, se eligieron  enclaves parecidos.

Reposamos mientras vemos a los cocineros preparar un cabrito que ha comprado Gomé, lo han despellejado y han preparado una cena gloriosa. Como siempre, y de primero, una sopa de ajo; de segundo cabrito con arroz blanco, verduras y salsa "dal" (de alubias, es algo picante). De postre peras o manzanas asadas.
 
Tal vez no se necesite mucho más que una choza de piedra, una fuente cercana, una huerta pequeña y unos animales domésticos. Y saber contemplar el paisaje.
La noche se nos está haciendo larga, prolongadísima e insufrible, es como si no quisiera amanecer.
Imagino un valle o un pueblo en el que la noche se prolonga, no aparecen los días y las luces huyen, pero no por causa geográficas, no por la cercanía al Polo Norte o al Sur. la perplejidad sería inmensa.

Namasté (saludo en nepalí).
Tasí delé (saludo en tibetano).

Los dos días en Shey Gompa hemos visto a una niña de unos 8 años llevando a la espalda a su hermano pequeño, de unos 2 años, envuelto en una tela. Si les dábamos algo lo primero que hacía la hermana mayor era compartirlo con el pequeño. Todo un ejemplo. Otro niño de 12 años no va al colegio porque está trabajando en la tienda-bar donde tomamos la cerveza y el té. Se encarga de  ir por leña al monte, de lavar las tazas y siempre sonríe...

El Himalaya y otras alturas superiores-18

Día 18   Jueves 16-8-2012

12ª etapa    Nangung (4.600 m.)- Paso del Gela-la (5.116 m)- Shey Gomoa (4.420 m.)

Salimos como siempre, después de levantarnos a las 6 y de desayunar; a las 8 emprendemos el ascenso del largo y tedioso paso del Gela-la. Lo que se ve es precioso, pero la niebla y las nubes a 5.000 m. nos impiden ver parte de la gran cordillera del Himalaya poblada de cientos de seis miles y siete miles.
Los riachuelos cada vez tienen menos agua, a más altura más pequeño es el arroyo; muy arriba, a 5.100 metros, se hace el silencio, el agua comienza a salir de las montañas más abajo, destilada entre rocas y tierras empapadas por la lluvia.
Descansamos un poco, hacemos fotos; el guía, Gomé, nos ha invitado a una buena cantidad de frutos secos que nos ayudarán también en el descenso. Comemos a media bajada hacia Shey Gompa; es todo un lujo descansar mientras los cocineros nos preparan la comida. Son encantadores y hacen muy bien su trabajo.
Cuando terminamos de comer se pone todo gris y se oye un trueno himaláyico, grandioso y potente. Va a empezar a llover y comienza a granizar; más tarde y más abajo lloverá abundantemente. Llegamos a las 2 de la tarde a Shey Gompa, lloviendo y bastante empapados. Se montan las tiendas, parece que quiere salir el sol y parar de llover.
Shey Gompa es un monasterio budista importante con unas estupas alrededor, y nada más. Eso sí, está enclavado en uno de los lugares más hermosos del Dolpo, con la Montaña de Cristal (5.563 m.)  delante y un poco más al NE -apenas se adivina la nieve entre la lluvia- los famosos Kanjiroba Norte y Sur (6.861 y 6.883 metros).
Cada año los budistas del Dolpo celebran en agosto un festival-fiesta budista, este año toca celebrarlo en Shey Gompa a partir del 27 de agosto. Ya están llegando personas que van acampando en el valle en grandes tiendas de campaña de estilo militar.
Hemos visto, situados sobre unos arroyos, unos molinillos de oración que giran constantemente movidos por la fuerza de las aguas y, de paso, rezan, oran, giran, fluyen...
Vemos a dos lamas que mañana piensan caminar para dar la vuelta completa en torno a la Montaña de Cristal, son unas 14 horas, pero no tienen pinta de ser muy atléticos.
Llueve, hace sol, se ven las montañas, no se ven...
Hacemos la colada, damos un paseo por el monasterio, bajamos al valle donde se han instalado ya unas 10 tiendas grandes de campaña; en una de ellas está Gomé y nos invita a un té nepalí-tibetano, como una infusión. En 18 metros cuadrados hay música, hornillo, la señora que atiende, estanterías con un poco de todo, alfombras para que se sienten los clientes...

La Biblioteca de piedra

A lo largo del Dolpo hemos visto cientos de miles de estelas de piedra con oraciones, dedicatorias... formando todo el conjunto la mayor Biblioteca de piedra del mundo. Los nepalíes, atentos siempre a lo cambiante y a lo impermanente, llenan sus casas, estupas, monasterios y pasos de montaña de banderas de oraciones, de molinillos de plegarias, movidos por la mano, por el agua o por el viento; también están atentos a lo permanente y a´si graban en piedras una sugerente, amplia, abundante y dispersa biblioteca que parece imposible recomponer porque también se fragmenta, se erosiona, se rompe o queda ocultada por una nueva piedra a modo de una nueva página de un libro que desea regresar al equilibrio.
Este conjunto de estelas de piedra componen, en un alfabeto y lenguaje comprendido por ellos, una de las más hermosas e inútiles dedicaciones humanas.


jueves, 25 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-17


Día 17      Miércoles 15-8-2012

11ª etapa    Saldang (4.200 m)-Nangung (4.450 m.) Prepración para ascender al Gela-la (5.093 m.)

Amanecemos con el canto de los pájaros, parece que no llueve. Ascendemos unos 400 metros o más durante una hora, nos alejamos de saldang en dirección Oeste, poco a poco se va viendo la cadena de montañas nevadas de más de 5.000 o 6.000 metros.
Un paisaje espectacular, duro, agreste. En apenas 3 horas hemos llegado al lugar del campamento base desde donde mañana atacaremos y subiremos el Gela-la.
Estamos cerca de un pueblo que parece de unos indios americanos con alguna construcción metida en una entrada de la roca, hay un pequeño río que circula por el valle.
Comemos, montamos las tiendas y ordenamos todas nuestras cosas.
Hay unas masas nubosas blancas y grises jugando por las montañas, cuando sale el sol hace un calor espantoso dentro de las tiendas.
Nos ha contado nuestro guía Gomé que al grupo de militares que estaban la primera noche con nosotros en Dunai también se les cayó una mula y que perdieron el equipaje. Todavía peor, a un grupo de franceses les cedió una ladera y uno de ellos cayó al río y se ha ahogado. Esperemos que no den la noticia en España.
Vimos bharales hoy por la mañana, estarían a unos 100 metros y no huían de nosotros.

Sigo pensando por qué consideramos bellas a las montañas. Tal vez Rilke tuviese razón al afirmar que "la belleza es el comienzo de lo terrible y que la admiramos tanto porque, serenamente, desdeña destruirnos". En el caso de las grandes montañas, en los ocho miles, esa belleza de la máxima altura sí que puede considerarse el comienzo de lo terrible, de lo difícil, de lo desacostumbrado, de lo inverosímil, de la tentación desconcertante. Las admiramos tanto porque nos indican el camino de lo imposible, de la mística de lo absoluto, del que no sabe quedarse sólo en la prudencia; porque el hielo, la nieve y las rocas son lo más alto a lo que podemos aspirar. San Juan de la Cruz lo llamría la "Subida al Monte Carmelo", al monte al que no se puede ir con comodidades, que nos mide y nos toma la medida, que nos indica si podemos seguir o nos dice que tenemos mal de altura, que eso no es para nosotros. es el dominio de lo superlativo.
El comienzo de las verticalidades también nos atrae porque vivimos en lugares fáciles y horizontales.

Después de comer bajamos a Nangung, un pueblo con pocas casas y un monasterio cerrado. Está enclavado en un lugar curioso, entre el curso de un río y un barranco. También aquí, a 4.600 metros de  altura, cultivan trigo. Se ven ruinas de edificios construidos en la pared de la montaña, aprovechando una cueva.
Intentamos cruzar el río y no encontramos el paso. Paseamos un rato y contemplamos el paisaje.

No sé si todo cambia o todo permanece, si el río fluye y erosiona y desgasta o si es la montaña la que obliga al río a desviarse por donde ella quiere;no sé si Heráclito tenía razón o la tenía parménides, no sé si la tienen los dos juntos a la vez o ninguno. No sé, ese escepticismo, esa limpieza de ánimo me lleva a examinarme y a querer ser menos codicioso, ¿por qué deseamos tantas cosas?, ¿no sería suficiente una para regalar? Si deseásemos menos, si codiciásemos menos, ¿mejoraría algo? Si no exiges mucho es muy fácil conseguirlo casi todo.
En este paisaje de impermanencias todo es tan enorme que es complicado dar con el sentido de la medida. Tal vez lo mejor sería conformarse con la excelente sopa de ajo que nos hace el cocinero todas las noches, parace ser que le pone salsa de tomate, alguna verdura, algún día champiñones, ajos picados y -el secreto- algo de jengibre.
El mundo es grande y hasta esta región remota, que es el Dolpo en eNepal, tiene pueblos, caminos, senderos, montañas y, sobre todo, tienen nombres para todas las cosas.

¡Qué maravilloso es que exista el mundo exterior, qué triste si sólo existiera la conciencia interior, el pennsamiento y la mente en soledad!

Mientras tanto espero la luz no emitida, la sonrisa que todavía está dormida, la vida que se prepara para dar, la alegría que se inventa, la belleza que se anuncia con el mismo amanecer.





martes, 16 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-16


Día 16      Martes 14-8-2012

10ª etapa     Saldang (4.200 m.)-Yangtsher Gumba (3.800 m.)-Saldang

Hemos dormido en nuestras tiendas instaladas en el patio de esta gran casa en lo más alto de Saldang, lejos del río, así no hemos tenido que oír esa especie de catarata contuinua e incómoda toda la noche. Nos han despertado los pájaros y, además, ha llovido poco. Un buen comienzo.
A las 6 nos traen el té y el agua caliente (tato pani) para lavarnos. Desayunamos en la casa del lama, donde merendamos y cenamos ayer.
Hemos decidido ahorrar una etapa de la programada (una era Saldang-Yangsther Gumba e pasar la noche alí, y otra era Yangsther Gumba-Saldang, e instalar la tienda de nuevo en Saldang) y hacer nosotros tres con el guía el camino de ida y vuelta, sin mulas y sin cambio de campamento. vamos a ahacer dos etapas en un día, unas 9 horas de caminata, con sol, con nublados, con lluvia...
Vemos valles espléndidos, montañas inmensas sometidas a un verdadero proceso de erosión (Mathiesen decía en 1977 en su libro que Nepal necesitaba una reforestación urgente), Antes de llegar a Yangsther Gumba  tuvimos que pasar por zonas difíciles, cruzar el río con terreno resbaladizo. Poco antes de llegar hay un puente viejo de piedras y vigas de madera que parece a punto de derrumbarse con la próxima crecida del río, al lado hay un puente nuevo con cables de acero.
Comimos antes de llegar al monasterio, contemplándolo desde una posición elevada; una verdadera maravilla, al lado está el pueblo de Shimengaon. El monasterio está a aunos 4.000 m. de altura. El lama no estaba, nos informan de que está en katmandú (¡qué raro!) y esperamos a que llegue la persona que tiene la llave; es una mujer muy guapa, con la cara quemada por el sol, llega del campo con la hierba que había segado; la esperaba un bebé de 2 meses -al que dio de mamar- y otros dos niños pequeños, descalzos, sucios y muy descuidados.
Abrieron el monasterio y vimos unas 10 estupas -donde se supone que se guerdan los restos mortales de los lamas- denntro de un edificio rectangular lleno de hermosas y coloridas pinturas budistas. En otra parte del monasterio está el templo y 28 esculturas de latón-bronce de Buda (algunas fueron robadas y llegaron hasta EEUU, pero alguien las reconoció, lo denunció y han regresado de su largo viaje. Ahora están en su sitio). El templo tiene su gong y sus libros sagrados en la biblioteca, todo muy descuidado y lleno de polvo, como si llevasen años sin limpiar ni adecentar nada.
El monasterio en su conjunto es precioso y tiene hacia el norte unos 10 molinillos de oración y unos 100 hacia el sur.
Regresamos a saldang (de 13,45 a 17,45) por el mismo camino, cansados, con lluvia, bastante agotados.Antes de llegar vimos una manada de bharales. La subida a aSaldang fue especialmente agotadora, unos barrancos enormes casi verticales, el terreno mojado, gangoso y resbaladizo por la lluvia.
Nos hemos cambiado de ropa u hemos subido a la casa a tomar el té con galletas de la tarde y, después de descansar, la cena. Los niños han vuelto a interpretar (como ayer por la tarde y hoy en el desayuno) las oraciones budistas con los platillos, el gong y la caracola marina.
Sobre las 7 de la tarde llegaron un grupo de norteamericanos (de EEUU) que recorren el Dolpo con sólo dos porteadores. Hablamos conn un hombre joven, de unos 40 años, había vivido y trabajado años en Hispanoamérica, 4 años en nepal y ahora en Mozambique. Gente interesante, estudiada y viajada. Llevaban unas mochilas grandísimas y pesadas. Son jóvenes.

Al ver la indiferencia, el abandono y la desidia que hay entre los que deberían cuidar estos templos y monasterios, me acuerdo de Nietzsche, cuando decía que las iglesias no son más que los mausoleos de Dios, que gritan y ponen de manifiesto la muerte de Dios. Estos lamas aparentemente tienen bastante descuidados los templos que, bien conservados y limpios, podrían ser museos maravillosos.

Caminando se aprende. En vez de buscar, se llega a encontrar; en vez de encontrar, se llega a valorar lo que se tiene; en vez de tener, se aprende a ser; en vez de ser, se limita a admirar.

Toba belleza, sea natural, humana o artística, debe ser reconocida, valorada, protegida y admirada.

Por la mañana, Jason, el americano con el que hablamos ayer por la tarde-noche, nos contó que su padre era ingeniero civil y que él había vivido y viajado de niño por muchos países del mundo y que eso le gusta. estudió Urbanismo, Relaciones Internacionales e Idiomas, ahora sigue con su mismo modelo de vida con su mujer chino-americana trabajando en una ONG.

lunes, 15 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-15

Día 15    lunes 13-8-2012

9ª etapa   Campamento del descenso del Sang-la (4.300 m)- Nando- Saldang (4.200 m)

Ha llovido toda la noche, el día empieza mal.
Salimos a las 8 con lluvia, con pantalones de agua, impermeable y capa de agua. A los 2  minutos tenemos que atravesar un río bastante caudaloso, crecido por las lluvias. Toca descalzarse, el agua helada, el guía y todos los que nos acompañan improvisaron un puente con una viga de madera. Los pies fríos. Seguimos con ánimo y hacia adelante.
Nos cruzamos con uan expedición francesa que iban a Jhonson, 7 personas, 11 mulas, 10 porteadores; algo más lujoso que nuestra humilde expedición.
Comemos en nando, en un colegio donde dan clase a los niños entre 7 y 13 años; al menos no nos mojamos bajo el porche. El profesor de inglés del colelgio nos dijo que trabajaban sólo 6 meses, los otros 6 meses de invierno hace demasiado frío y no se puede dar clase. Los niños que pueden van a Katmandú o a otro lugar para continuar sus estudios.
Seguimos caminando al lado del río Nangkong Chu, atravesamos pequeños pueblos que sobrevicen en condiciones durísimas.
Como el día está nublado no podemos más que adivinar unas inmensas montañas de casi 6.000 metros que tenemos al lado.
El delirio de las erosiones, ríos potentísimos, montañas arañadas por torrentes. Los materiales sedimentarios son fáciles de arrastrar por las aguas. Hay "chimeneas de brujas", formaciones de conglomerado muy altas que no se han erosionado porque han quedado protegidas por una piedra o roca más dura.
Llegamos a la parte más alta de Saldang, después de una agotadora subida, sobre las 16,29, se han montado las tiendas, tomamos el té de las 5 de la tarde y ahora estamos en una casa muy rica, en una habitación, protegidos de la lluvia y del frío.

Hermos pasado la tarde en la casa que acoge en su patio nuestras tiendas de campaña. En una sla de estar hemos visto un libro, "Caravanas del Himalaya", hemos leído, merendado y cenado.
También hemos tenido el placer de ver y escuchar a los niños de la casa recitando mantras budistas mientras tocaban los platillos, el gong y la acracola de mar. Como son parientes del lama tienen casi in monasterio en casa, con todo lo que contiene un templo y con una biblioteca biehn cuidada.
La casa es fría, pero la cocina -que debe medir 40 metros cuadrados- es acogedora, tiene una estufa-cocina alrededor de la cual hacen los deberes los niños y se ven armarios repletos decacharros de cocina. En la planta baja hay montones de cagadas secas de yaks y de vacas que se usan como combustible. No huelen al arder.

Estamos en el año 2.068 según el calendario nepalí y en un lugar que se encuentra a 10 kilómetros de la frontera con China-Tibet.

jueves, 11 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-14

Día 14    domingo 12-8-2012

8º día de expedición     Camp. base del Chang-la (4.700 m)- Chang-la (5.120 m)- Camp. río (4.300 m)

A las 6 nos levantamos y contemplamos hacia el sur uno de los más bellos paisajes imaginables, toda una colección de montaás de 6.000, 7.000 y 8.000 metros, las distintas cumbres del  Dhaulagiri (8.167 m). Esto es un espectáculo sublime.
Cuando parecía imposible que existieran más alturas, si a 5.000 metros en Europa ya se han acabado las montañas, aquí vemos este desfile de montañas de seis y siete mil metros nevadas y, por encima de todas, como si fuera imposible, surge el Dhaulagiri, un espectáculo único, necesario y perfecto.
Si los románticos europeos fueron los primeros en valorara estéticamente la belleza de las grandes montañas, aquí habrían sido hiperrománticos, excesivos, megalómanos hasta alcanzar proporciones inimaginables.

A las 8 salimos y, sin muchas dificultades, coronamos el paso de Chabg-la, de 5.120 metros y así entramos y comenzamos el descenso hacia el Alto Dolpo. Un terreno duro y difícil, montañas peladas, al principio poca vegetación, algunas marmotas a 5.000 metros, después al bajar a los valles se ven arbustos.
Cuando paramos a comer empezóa  llover y casi no descansamos. La etapa de hoy ha sido larga y cansada, agotadora. Uno se imagina a los del GHT (Great Himalaya Trail o Gran Tour del Himalaya, cinco meses y medio, más de 2.000 kilómetros recorridos a pie...) y podría parecernos una condena y un suplicio.
Después de quitarnos las botas y los calcetines tres veces para cruzar distintos ríos, hemos llegado a las 16,30 a este campamento cerca de una casa y del único árbol que hemos visto desde que superamos el Chang-la.
Ahora descansamos en las tiendas. Algo que nos hemos merecido después de más de seis horas y media de recorrido por duras montañas y cárcabas (el agua produce muchos procesos de erosión verticales).

Como recuerda Montaigne, ese verso salvado del olvido por Estabeo, "NO ES NADA EL APRENDER SI NO CRECE EL ESPÍRITU". Podríamos decir que ni viajar ni amar, ni vivir ni soñar, nada llega a ser interesante sin crecimiento del espíritu.

Ha llovido toda la tarde y sigue lloviendo. No parece que tengamos mucha suerte con el tiempo ni con los animales que esperábamos ver. De todos modos el conjunto de montañas es impresionante.

Sin duda, con una gran ingenuidad, a algunos siempre nos ha dado por sostener que el optimismo, la felicidad, la vitalidad y la alegría son el destino de todas las personas.
Para sostener estas ideas no hemos contado con grandes apoyos, por eso cuando ahora sostenemos que estas montañas del Himalaya poseen tanta grandeza como las mejores creaciones humanas sabemos que casi nadie nos va a creer. No importa, estas grandes alturas nos permiten entender la humildad de nuestra naturaleza y nos sirven para soñar, entre otras cosas.
Hace ya más de 30 años que algunos pensamos que el movimiento podía expresar la alegría de vivir, aunque siempre existan nubes obscuras y cielos demasiado aficionados a la noche.
"lAS DIOSAS DE LA MONTAÑA SABEN DECIR MENTIRAS IDÉNTICAS A LAS VERDADES, PERO SABEN TAMBIÉN, SI LO DESEAN, REVELAR AL DESNUDO LA VERDAD". Pedro Olalla, "Historia menor de Grecia", un libro extraordinario.

Según lo que nunca acordamos podíamos hacer cualquier cosa, tal era la insustancialidad de nuestro compromiso, pero lo insistancial también debe ser expresado.

Hoy podrían invitarme al PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE VIAJEROS PERDIDOS sin indicarme ni cuándo ni dónde se celebrará. Así empezaríamos bien y siempre sabríamos a qué atenernos.

Aquí, en el Himalaya, los ríos son potentes, de noche el ruido que producen parece el de unas cataratas; las noches se hacen largas, entramos en la tienda a las 8 de la tarde y salimos a las 6 de la mañana, 10 largas horas. Aquí podemos repetir: "Amanece que no es poco".

miércoles, 10 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-13


Día 13    Sábado 11-8-2012

7ª etapa de expedición   Dho Tarap (4.050 m)- Campamento base del Chang-la o Shang-la (4.750 m.)

Como siempre nos hemos levantado a las 6 de la mañana, a las 8 estábamos en marcha, recorrimos el valle de tarap y visitamos un templo muy interesante y bien conservado, estaba abierto y lleno de todos los objetos ceremoniales que, aquí, nadie parece robar.
Con un aire cada vez menos "oxigenado", hemos caminado unas 4,5 horas hasta el lugar del campamento. Hemos visto una comadreja, varias marmotas y un grupo de 13 bharales corriendo, descendiendo por el monte que subíamos, atravesando el río y ascendiendo por la ladera de enfrente.
La caminata ha sido agotadora, las subidas se notan, los 4.700 metros se notan.
La gran lástima es que siempre haya rastros de presencia humana, me refiero a los envases industriales de zumos, gominolas  y latas de cerveza y de refrescos... realmente triste. Si alguien es montañero y sube a estas alturas y es capaz de dejar algo sucio es que no tiene la más mínima sensibilidad.
Comimos y seguimos cansados, cuesta respirar. Ahora descansaremos un poco.

Parefraseando a Rousseau podríamos decir que todo está bien en la naturaleza del Himalaya y que todo se estropea en manos del ser humano.

A las 16,30 queremos salir a una "espera" a ver animales, pero ha empezado a llover. El guía, el mulero y los cocineros están jugando a las cartas, nosotros esperamos a ver qué pasa.
Hemos salido con algo de lluvia y hemos llegado a 4.850 metros, como el Mont Blanc, pero aquí sin rastro de nieve o de hielo; en Europa a estas alturas hay glaciares perpetuos.
Algún bharal de lejos, una marmota y un paisaje grandioso, excepcional, ajeno a casi todo lo humano. Si alguien puede y si su cuerpo resiste, admirar estos lugares es un privilegio de un valor incalculable.
Llegamos cuando ya obscurecía y ya estaba preparada la cena en la tienda de la cocina, donde ellos duermen. A las 8, después de cenar, hemos regresado a las tiendas.

He recogido flores rosas y un edelweis que llevará la señal de su origen, a acsi 5.000 m. de altura, paso deChang-la, Alto Dolpo, Nepal, Himalaya.

Quería seguir la recomendación del "Juan de Mairena", de Antonio Machado, no se trata sólo de ver mejor, sino de ver lo mejor.
Está claro que se puede venir a Nepal para conocer esta naturaleza, los bharales, el leopardo de las nieves, las aves, las marmotas, los biólogos se aproximan perfectamente a esta grandeza.
Hoy, en la espera fría, a 4.850 m. de altura, aquí, al lado del Shang-la, en el Alto Dolpo, se puede meditar sobre el motivo de nuestra presencia aquí.
No es sólo salir de casa, viajar, conocer el mundo, es que esta naturalezamparece estar en el límite de lo imposible. Es la grandeza de lo sublime en estado puro, el poder absoluto de los ríos, valles y montañas cada vez más altas y resplandecientes.
Lo absoluto en la naturaleza, lo inacabable, el desafío de recorrer estas alturas, la belleza que se arriesga hasta superar todas las barreras de la normalidad.
A un romásntico, a cualquier ser excesivo, a un nietzscheano le tiene que gustar este reino de cimas, cumbres y alturas, este inabarcable mundo de catálogos de altas montañas, nubes, valles, erosiones... que parecen haber surgido de una gran explosión y todo sin apenas vestigios humanos.
Tal vez sigamos buscando indicios de inteligencia, de belleza y de sensibilidad en el planeta Tierra
El lenguaje secreto de los líquenes.
Algunas piedras a estas alturas del Himalaya se han llenado de unos líquenes que parecen transmitir un mensaje en un código secreto. A veces son rojos,a  veces amarillos, siempre componen dibujos abstractos, algunas veces parece que quieren ser entendidos y componen letras sencillas o dobles. Es posible que a lo largo de todas estas montañas se esté componiendo el más bello de los poemas, pero no sabemos leerlo, no sabemos si deben seguirse los senderos, los ríos, las curvas de nivel, los valles o las marcas que dejan los bharales, tampoco sabemos si habría que interpretar el vuelo de las aves y anotar sus trayectorias.




martes, 9 de octubre de 2012

Un sueño en el Himalaya


El hombre llegó a la gran construcción a última hora, unos segundos antes de la hora del cierre. El vigilante, en vez de levantarse para empujar la gran puerta de acceso, le dio la llave para que él mismo cerrase desde el interior. La fortaleza quedaba clausurada.
Se suponía que deberían estar esperándolo pero, en aquel laberinto de salas y de pasillos sin indicaciones, sólo encontró a otro invitado tan desorientado y perdido como él.
Después de perderse por varias salas llegó a una donde se estaba proyectando una película desconocida que le recordó vagamente a "La dama de Sanghai", de Orson Welles. Lo curioso es que la gran sala de cine, inmensa, estaba vacía, ni un espectador.
Salió con intención de encontrar a alguien que le llevase a su habitación o le explicase tanta soledad y silencio, pero sólo vio desde una ventana que por el gran patio central de la gran edificación se acercaba el Presidente, el Director y otros dirigentes. Quiso acercarse a ellos bajando algunas escaleras y lo único que conseguía era confundirse más.
Entró en una sala en la que coincidió de nuevo con el invitado que estaba perdido pero, cuando iba a hablarle, se dio cuenta de que lo que veía formaba parte de una proyección cinematográfica y que el proyector estaba a su espalda; el invitado no era real, sólo una imagen proyectada.
Algo aturdido y  confuso, regresó sin saber cómo al cine donde, evidentemente, seguían proyectando una película de espejos y de reflejos.
Al salir de la sala de cine vio que, por el ancho pasillo, se acercaban los directores; apresuró el paso para acercarse a ellos y se encontró con otra pantalla, esta vez mejor disimulada y dispuesta. Desde detrás o desde el techo se proyectaba la escena en la que se aproximaban. Por miedo a verse a sí mismo en la escena abrió una puerta lateral y entró en otra gran sala que parecía dedicada a las recepciones.
Como ya casi no se sorprendía por nada, no se asustó al comprobar que todo era una proyección, que en realidad todo estaba vacío, excepto la pantalla o el velo en la que se proyectaba la sala que parecía ocupar ahora.
Salió por otra puerta y se vio a sí mismo buscando a una mujer muy hermosa, también una apariencia, un hermoso espejismo proyectado por ese delirio panóptico de proyecciones que no lograba entender.
Cuando ya todo le parecía un sinsentido, observó con asombro que él m ismo aparecía representado como un personaje más que deambulaba por el Palacio vacío, que el palacio a su vez era una proyección que procedía de la Capital de la provincia, que la capital era un simulacro emitido desde el Centro de la provincia, que la provincia era una aparición proyectada desde el Estado, que el estado mismo era una quimera visual creada desde el Imperio, que el imperio era una imagen filamada y emitida desde el Continente, que el continente entero procedía del Planeta que habitaba, que todo el planeta no era más que una imagen llena de luces y de sombras que procedía de la estrella más cercana, que todo el sistema de estrellas y de planetas era una proyección alucinada que venía de los confines de la galaxia, que la galaxia no era otra cosa que una forma emitida desde desde el Universo, que el universo entero era una luz que emenaba de la mirada más sonriente.
No había dudas, las dudas también estaban proyectadas.

viernes, 5 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-12


Día 12        viernes 10-8-2012

6º día de expedición     Dho Tarap (4.050 m)-Valle de Tarap (4.107 m) Jornada de descanso

Hoy nos levantamos más tarde. Después de una noche de lluvia, sale el sol y se ve casi todo despejado, al Norte y al Sur unas montañas nevadas espléndidas de unos 6.000 metros de altura nos saludan. esto es impresionante.
Es una suerte estar aquí, aunque el pueblo de Dho sea tan pequeño está lleno de banderas de colores, banderas de plegarias, de buenos deseos, como cintas enormes de cientos de metros recorren el pueblo; desde la estupa más alta todavía continúan las banderas dibujando una línea ascendente. es como si quisieran festejar la altura, todas las alturas.
Aquí el tiempo parece transcurrir lentamente, señalado siempre por el sonido profundo de las aguas del río, afortunadamente alejado de nuestro campamento.
Heráclito estaría encantado, todo cambia, todo fluye, nadie se baña dos veces en el mismo río (sobre todo por la potencia y la velocidad con la que descienden estas aguas); los torrentes de las montañas, incluso los que ahora están secos, dejan constancia de cómo se arrastran las piedras, de cómo se rehace el paisaje, de cómo se transforma todo.
Ya se han despertado en todas las casas, han encendido los fuegos, el humo sale por las chimeneas como otro homenaje al viento y a la altura. El humo sintoniza con las banderas de colores, es una armonía entre seres ingrávidos. Es verdad, hay que calentarse.
después de sayunar y de hacer la colada hemos ido con nuestro guía a ver tres estupas budistas; dos de ellas muy bien conservadas y una llena de humedad y en un estado lamentable. En esta última el lama budista nos ha pedido un donativo para la restauración de la estupa y por la visita, pero le parecieron poco 200 rupias. Todos los intermediarios religiosos (sean lamas o sacerdotes) se parecen bastante en su afición por el dinero. Como curiosidad se podría añadir que por encima de la túnica de color rojo anaranjado llevaba un polar de la marca The North Face de Nepal. Sin comentarios.
Por la tarde dimos un paseo por el valle de tarap hasta el Colegio de la Montaña de Cristal, por el que continuaremos al día siguiente nuestra marcha. estamos a 4.100 metros y el guía está vigilante, preocupado porque por si aparece el mal de altura.

Para los post-nietzscheanos, que ya sabemos vivir sin ese tipo de mentiras que algunos llaman verdad, encontrarnos en todas las culturas tanta religión y tan poca espiritualidad nos sorprende y casi nos desagrada. la única religión deseaible debería ser la que mantuviese encendido en los humanos un sentido poético profundo, una comunión con la naturaleza, un respeto reverencial por la seres humanos y por la vida.

Si acercas tus inseguridades a sus incertidumbres es posible que ocurran sucesos improbables.

Julieta según Augusto Monterroso: "Despertó y él ya no seguía allí".

jueves, 4 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-11


Día 11   jueves 9-8-2012

5º día de expedición      Pigo Phu Cave (3.650 m.)- Dho (4.050 m)

Nos hemos levantado, como siempre, a las 6 y a las 8 estábamos en marcha. El estruendo del agua del río ha vuelto a molestarme y no me impedido dormir bien.
El recorrido hacia el Norte sigue siendo espectacular, valles en V de pura erosión fluvial, montañas imponentes, caminos que suben por las laderas y bajan a la ribera del río, puentes colgantes deliciosos que parecen necesarios en todos los sentidos.
Lo mejor de la mañana es que hemos visto dos grupos de bharales (llamados corderos azules, en realidad son grises) corriendo, jugando y pastando por la montaña. Hemos quedado fascinados por el espectáculo de vida en libertad. Con los prismáticos y con el catalejo montado sobre el trípode todos pudimos disfrutar de unas imágenes sorprendentemente cercanas de los bharales.
Cuando llegamos al lugar de la comida nos quedamos algo dormidos, tal es el cansancio a estas alturas que rondan los 4.000 metros. Después empezó a llover de forma intermitente.
Hemos llegado a Dho a las 4,15 de la tarde, es un pueblo de piedra con casas bien hechas, con 4 estupas en lo que podrían considerarse límites o puntos cardinales. Llueve.
Tomamos un té en el lodge, que es muy confortable, tiene un televisor de pantalla plana y una cocina que hace de calefacción central.
Salimos a dar una vuelta por el pueblo, aunque es bastante incómodo porque llueve mucho. Dho apenas tendrá 40 casas rectangulares de piedra, ventanas pequeñas y techos planos donde colocan la leña para el invierno a modo de cornisas.
Gomé, nuestro guía, nos ha explicado el significado de las banderolas verticales y horizontales de 5 colores que llenan Nepal y recorren todo el pueblo de Dho, en el valle de Tarap:
-Azul, la más elevada, simboliza el cielo.
-Blanco, más abajo, simboliza las nubes (a mí me gustaría que fuese la nieve).
-Rojo, la del medio, la pasión y la fuerza, el viento (para mí también es la vitalidad).
-Verde, más abajo, simboliza el bosque.
-Amarillo, la más baja, simboliza la tierra.
Los cinco colores tienen inscripciones de mantras budistas y son banderolas de oraciones que se van deshaciendo en el viento, que van llevando paz y buenas intenciones por el mundo. Se colocan en todos los pasos elevados, en los pueblos y en muchas casas.
También nos cuenta que en invierno sólo quedan una o dos personas de cada familia en cada casa, los demás se van a nepalgunj o a Katmandú. Se quedan para atender al ganado y para retirar la nieve de los techos de las casas, ya que pueden acumular más de dos o tres metros.
El sistema de vida en Dho debe ser medieval (con algún elemento moderno, como las placas solares, la televisión y los teléfonos móviles), ganadería, agricultura (hemos visto un tipo de trigo de alta montaña), vimos un carpintero, unos canteros arrancando rocas más o menos cuadradas de la ladera de una montaña, porteadores...
Algún hombre nos llegó a parecer de aspecto infrahumano, descuidado, sucio, sin protegerse de la lluvia ni de nada, demasiado acostumbrado a la intemperie.

miércoles, 3 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-10

10º día  miércoles 8-8-2012

4º jornada de expedición        Lahini (3.475 m.)- Pigo Phu Cave (3.650 m.)

Nos despertamos, como siempre, a las 6, con un té y con "TATO PANI" (agua caliente. para lavarnos). Como señores.
Empezamos a tomar Edemox para prevenir el mal de altura.
Salimos a las 8 y caminamos más de 3 horas por senderos de vértigo, al lado de desfiladeros angostos por donde circula un río impetuoso. Montañas de más de 5.000 metros aparecen por todas partes. Bosques de abetos, paisajes espectaculares, es como si al terminar un valle empezase otro más elevado.
A las 15,15 llegamos a Pigo Phu, montamos las tiendas y, mientras algunos descansan, uno decide subir unos 500 metros de altura por el cauce seco de un riachuelo. La roca es metamórfica, suelta y difícil. A las 17,15 se encontraran todos, los que descansaban y el que había subido, todos deciden hacer una "espera", una observación silenciosa de los animales que puedan aparecer por la zona. Buscamos un promontorio para mirar y vemos en la cornisa de la montaña de enfrente los primeros bharales.
Escribimos desde el lugar de observación, divisamos desde aquí a la izquierda el campamento unos 200 metros más abajo, el río que desciende y unas montañas escarpadas con poca vegetación. Lentamente el río, justamente debajo de donde estamos, ha ido d ejando durante miles de años millones de piedras como sedimentos, como regalos redondeados.
Seguimos encontrando mucha suciedad, envoltorios de plástico, de papel de todos los productos industriales de consumo (zumos, chicles, caramelos...).

¿Qué es necesario para ser una montaña del Himalaya?
Sobre todo no tener vértigo, querer ascender a la máxima altura, desafiar todas las leyes de la gravedad, atreverse a erguirse, desafiar los límites de la resistencia geológica y de la imaginación. estas montañas son el mayor museo de escultura al aire libre de este planeta, el más grandioso, el más espectacular. Y, por encima de todo, siempre hay que seguir subiendo y amar la nieve y el hielo y jugar con los glaciares y sentir que toda erosión es una cosquilla graciosa que embellece más todavía la vida de las alturas.

Para los que no posean ninguna belleza ni atractivo especial, para los que no son artistas ni se sienten especialmente interesantes, para los que aburren a las piedras con su propia mediocridad... es necesario tener un tesoro (de oro) en su interior, o una montaña elevándose.

El sacrificio:
En el lugar que comimos vimos a unos hombres que cargaban con unas vigas de madera de 4 o de 5 metros de longitud, que pesarían unos 70-80 kilos. Por subirlas a Tarap, a 15 kilómetros de distancia, les dan 400 rupias. Nos dicen que el sueldo medio en Nepal es de 900 rupias (9 euros). Daba pena y dolor ver a aquellos pobres hombres sacrificados bajo aquellos pesos imposibles de soportar, haciendo equilibrios imposibles para llevar a la espalda esas vigas, sujetando todo el peso desde la frente -como se hace aquí, en Nepal-. Si existe un trabajo inhumano, este es un buen ejemplo. Parece ser que, cuanto mayores son las cargas, más les pagan; pero deben ir inclinando las vigas hacia arriba o hacia abajo para que no choquen contra las paredes de estos estrechos caminos de montaña.
Me temo que deben sufrir más que lo que cuentan de Jesucristo llevando su cruz. Este parece un calvario más largo y prolongado, unos Sísifos nepalíes.

El Himalaya como obra de arte
Dos mil kilómetros de longitud, decenas de miles de montañas, las más altas, las más peligrosas, las más bellas y vertiginosas. Aquí se puede decir con razón lo que afirmaba Rilke sobre la belleza (de los dioses, de los ángeles)... "la belleza es el comienzo de lo terrible, que apenas conseguimos soportar, y la admiramos tanto porque, serenamente, desdeña destruirnos".

martes, 2 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-9

9º día     Martes 7-8-2012

Día 3º de la expedición                   Tarakot (2.600 m.)- Lahini (3.475 m.)

Amanece antes de las 6 de la mañana, hacia el sur las nubes se van levantando lentamente, se nota la luz del sol incendiando las más altas. Al Norte, a unos 5.000 metros, se divisan unas cumbres magníficas con unos glaciares maravillosos. El reino de la pureza es el más alto y el más difícil de alcanzar y conseguir, la excelencia es casi inaccesible; en las cumbres nevadas ya no hay aglomeraciones urbanas.

El blanco, todos los colores, en lo más alto, en la mayor elevación, siempre espléndido.

Ayer el guía Gomé volvió a Dunai para buscar el equipaje perdido, pero no se ha encontrado. Comprará un saco, ropa y una tienda grande para la cena de todos y para que pase la noche todo el equipo nepalí.

Salimos a las 9, después de poner la denuncia en la Policía por la pérdida del equipaje, caminamos más de tres horas por un valle himalayo-alpino espléndido. Ríos furiosos, puentes colgantes dignos de un elogio del horizonte... todos los deleites de la montaña para quien no tenga vértigo.
Comemos en KHANIGAON (2.600 m.), el río impresionante, nos quedan 800 metros de ascenso hasta LAHINI. El paisaje es de gigantes, el río atronador va provocando derrumbes, árboles (cedros, abetos del Hiamalaya que parecen cipreses), subida agotadora. Ya se empieza a notar que superamos los 3.000 metros.
Hay montañas y montañas, cuando crees que ya has llegado a la cima, se abre otro alle más alto que conduce a otras nuevas montañas piramidales de más de 5.000, 6.000 metros. Todo espectacular.
Hemos montado el campamento al lado del río, en Lahini, esperamos que no nos dé el mal de altura. Lahini son dos tiendas de campaña (casi militares) enclavadas en un lugar pintoresco, un valle fluvial. tenemos el río a pocos metros y montañas por todos los puntos cardinales.
Durante la cena ha llegado el guía, que le ha traído a nuestra compañera ropa, saco de dormir y otra tienda grande. es un tipo fuerte, ha hecho en un día dos jornadas de marcha, desde Dunai son 21 kilómetros.
Hemos hecho un fuego durante el comienzo de la noche y nos hemos ido a dormir.
La fiesta del agua ha durado toda la noche. Podría haber bajado el volumen, pero no lo ha hecho.

¿Qué es necesario para ser un río del Himalaya?
Para ser un río así sólo es necesario llevar muchísima agua, también es importante que haya grandes desniveles, desprendimientos, rocas para erosionar, árboles en las montañas y algunos atravesados en el agua, alturas de vértigo... pero lo más importante, lo más difícil de conseguir, es saber obedecer a la gravedad con tanta gracia, es esa alegría para sortear todos los desniveles, para que parezca que el agua que desciende tiene mil dimensiones, para jugar a todos los delirios, para atreverse con todo, para quer la fiesta acuática dure millones de años. Para ser un río aquí tienes que sentir el placer de bajar, ya subirás más tarde; ahora toca el fluir universal incesante.

lunes, 1 de octubre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-8


Día 8º         Lunes 6-8-2010

2º día de expedición              Dunai (2.150 m.)- Lingdo (2.391)- Tarakot (2.600)

Empezamos a las 6 de la mañana, desayuino, preparar equipaje, desmontar campamento.
A las 8,20 salimos detrás de los cocineros, el guía vendría detrás con las mulas y el mulero.
Caminamos por valles impresionantes en forma de V, el río Thuli Bheri es muy caudaloso, puede llevarse por delante el  mundo entero, tal es su energía y su potencia. Seguimos hasta las 11 y paramos para hacer la comida, descansar y comer.
Continuamos el camino y, cuando todo parecía apacible, soleado y tranquilo, en uno de los pasos difíciles que debería estar reforzado con piedras que la fuerza del agua se ha llevado, una mula -de las cinco que llevamos-  se cae con toda su carga. La mula se ha ahogado en esta cantidad abrumadora de agua en movimiento tan enérgico y se ha perdido la bolsa del equipaje de nuestra compañera con todas sus ropas y pertenencias personales; también se ha perdido la tienda comedor grande para desayunar y cenar.
Hemos tenido que rellenar con piedras el paso del río y en otro lugar hemos tenido que descalzarnos. El guía ha regresado a Dunai para conseguir y comprar ropa, saco de dormir, tienda de campaña... y nosotros hemos seguido hasta el llano de Tarakot (2.350 m.), hemos acampado y, después, hemos subido hasta el pueblo de Tarakot (2.600 m.), pocas casas, algunos niños y la revelación de que se puede serguir viviendo en la Edad Media, con muy poco desarrollo y mucha pobreza.
Está claro que el desarrollo de los pueblos ha llegado por los puertos, caminos, calzadas, puentes, calles, carreteras, autovías, aeropuertos... y que estas aldeas de las altas montañas de la región del Dolpo de Nepal están desprovistas de cualquier tipo de acceso y comunicación fácil, sólo senderos. Una vida difícil.

Al contemplar la potencia infinita de estos paisajes se puede llegar a la conclusión de que el Universo tenía y tiene que existir, igual que las galaxias y los mundos estelares; también es imprescindible que exista nuestra estrella soleada y es necesario que giren a su alrededor todos sus planetas. La Tierra también tenía y tiene que ser y evolucionar y dar vida para llegar a ser vertebrados y mamíferos y primates. Y todo eso para que exista algún ser humano y todo quede, por fin, justificado.

Si supieras entonces o ahora lo que quieres, me crearía a tu imagen y semajanza, sólo por la alegría de ver sonreír a la diosa Himalaya.

¡Qué lástima que estos valles y pueblos se vean invadidos por papeles, bolsas y plásticos de las golosinas que se venden en los quioscos de Nepal!, ¡qué pena que la civilización entre en este paraíso de una forma tan tosca!

Y algún día veremos derrumbarse todas las montañas y no seremos más felices.

viernes, 28 de septiembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-7

7º día  5-8-2012                                 Primer día de expedición

Cuarto intento...éxito                           Nepalgunj (100 m.)- Hupal (2.400 m.)

Hoy es nuestro día de suerte, al fin podemos volar de Nepalgunj a Jupal. Nos hemos levantado a las 5 de la mañana, alas 5,30 en taxi al aeropuerto, a las 6 revisión del equipaje, 6,30 embarque y a las 7,15 despegamos del aeropuerto. Un día de nubes altas y mucha claridad.
Atravesamos las primeras estribaciones del Himalaya, cada cordal de montañas tiene sus valles y sus ríos llenos de meandros; aparecen algunos pueblos pequeños, campos de arroz, una naturaleza dura e infinita.
El avión o avioneta de 12 pasajeros remonta las montañas y sigue hacia el Norte. Se ven inmensas montañas nevadas de 5.000, 6.000, 7.000 metros..., glaciares, nubes, todo espectacular y fantástico.
A las 8 aterrizamos en la pista de tierra del aeródromo de Jupal, que es inclinada, ascendente para aterrizar y descendente para despegar. La pista es corta, unos 300 metros, pero hay maestría y habilidad en los pilotos. Sólo se notan las vibraciones que produce las piedras y la tierra de la pista.
A las 8,30 todo el equipaje está en el suelo, hay muchos militares controlándolo todo. Jupal se encuentra rodeado de inmensas montañas, llenas de nieve y de nubes, con unos valles espectaculares.
Vamos a un lodge (hotel) a desayunar, nos invitan a sentarnos en una construcción circular con techo, abierta al paisaje. El guía y los porteadores preparan todo lo que tiene que llevar la expedición y cargan todo el peso (unos 30 kg. por persona) en una cinta que sujetan en su frente.

El guía y nosotros empezamos a descender hacia DUNAI (2.150 m) y hasta el río por un valle pintoresco y soleado, por el que aperecen niños que van al colegio. Comemos a medio camino al lado de un río caudalosísimo, gris, lleno de sedimentos; un paisaje muy parecido al de los Alpes suizos, pero con menos vegetación. Unas mujeres ascienden por un monte empinadísimo con un cesto d emimbre a la espalda para recoger hierbas, tal vez té.
El camino es interesante, un valle en forma de V formado por la erosión fluvial, estrecho a veces, amplio como una pista más cerca de Dunai. El monje budista que nos ha acompañado tres días en la espera del avión en el aeropuerto de Nepalgunj, y que ha volado hoy con nosotros, también va cargadísimo y con un paraguas de color rojo obscuro. Descansamos de vez en cuando y observamos con los prismáticos a los quebrantahuesos.

Se podría escribir (no decir) que nuestras vidas son como estos ríos del Himalaya, que van a dar a la mar (seguramente al Ganges y al Golfo de Bengala), que no es el morir (Jorge Manrique), sino el incesante cambio (Heráclito), la impermanencia de todas las cosas (budismo), el fluir incesante desde las grandes alturas y las durísimas rocas erosionadas por los glaciares, la lluvia y el viento, que luego son arrrastradas como piedras y arenas sedimentarias por los ríos hasta completar la tierra más abajo. Desdel el fondo del mar volverán a emerger dentro de millones de años para formar parte de nuevas cordilleras imponentes (para deleite de montañeros y geólogos).

Las grandes montañas son como los grandes sueños, si no existiesen tendríamos que crearlas, las inventaríamos, las descubriríamos de nuevo. ¡Cómo no intentar recorrerlas!, ¡cómo evitar la pasión de querer ser como ellas, altas, nobles, esbeltas, enteras, blancas, depositarias de la nieve y del hielo más puros y siempre sin quejarse.

Llegamos a las 14,20 a DUNAI, una población bastante limpia, ordenada y en crecimiento; muchas nuevas construcciones indicaban un resurgir de este lugar.
Se montan las tiendas de campaña, colocamos las bolsas de viaje dentro y salimos a dar un paseo por el pueblo. Hay muchos negocios y tiendas, y muchos militares que parecen ocupar y controlar el pueblo.
Dunai se ha levantado y ha crecido al lado de un río muy caudaloso, de nada sirve recordar que todo pasa cuando cada habitante quiere colocar cada piedra de su casa con la intención  de que dure toda su eternidad.
Y después llegaron grandes máuinas al pueblo para colocar grandes piedras y controlar el cauce del río, más tarde se harán muros de hormigón armado...

A las 6 vamos a ver el hospital al que ayuda la ONG de los americanos que conocimos en el viaje. Lo mejor el puente colgante sobre el río turbulento. Pronto sabremos la potencia que tiene.
Dormimos en tiendas de campaña.

Si un buscador de las ruinas del pasado se convierte en un melancólico arqueólogo o historiador, es por esa exposición prolongada al peligro de la intemperie, el abandono y el olvido. Pero mucho más delicado es ser un inquieto viajero que recorre el mundo con precisión para buscar y señalar las ruinas del futuro, de la destrucción que encierran las recién inauguradas construcciones de la mejor tecnología y diseño.
A todos los que se adelantan tanto en sus descripciones se les suele llamar pesimistas, agoreros... pero tal vez sólo sean geólogos de la vida cotidiana, poetas que adivinan casi lo que está punto de llegar.