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miércoles, 28 de marzo de 2012

Epicuro

El primero que planteó el debate sobre la incompatibilidad de dos atributos de dios: el de la bondad y el de la omnipotencia, fue Epicuro, en una formulación exigente y de gran honradez intelectual:

Dios, frente al mal, o quiere eliminarlo pero no puede; o no quiere; o no puede y no quiere; o puede y también quiere. En el primer caso, Dios no sería omnipotente, en el segundo no sería bondadoso o moralmente perfecto, en el tercero no sería ni omnipotente ni bondadoso o moralmente perfecto, y en el cuarto se plantea la pregunta acerca de cuál es el origen de los males y por qué Dios no los elimina.

Voltaire se preguntó lo mismo después del terremoto que destruyó Lisboa en 1755, y desde entonces no paramos de preguntárselo a los teólogos ante cualquier tragedia.

Es posible que dios o los dioses, si existen, también les pregunten a los teólogos por este asunto.

Durante mi estancia

Durante mi estancia en la Tierra coincidí con personas tan altas e inabarcables que me parecían infinitas, tan esenciales que podían disimular mis accidentes, tan substanciales que me daban alegrías, cuentos y regalos. Así empezamos a creer en el amor, en la belleza y en la vida.

La verdad, si es que ha de confesarse, es que no se comienza a vivir después de una gran reflexión, por una decisión ética o desde una gran idea; tal vez sea más importante el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que puede dar un nuevo horizonte a los días y, con ello, una orientación definitiva al Cosmos.

Volar

Oliverio Girondo: "No se me importa un pito que las mujeres...":


"¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar."

martes, 27 de marzo de 2012

Ventanas

Todas las ventanas son provisionales, duran lo que duran las miradas.

Alturas

"Los vagabundos del Dharma", de Jack Kerouac:

-"Así es. Mira, para mí, una montaña es Buda. Piensa en su paciencia. Cientos de miles de años inmóviles en su sitio, en un perfecto silencio, como orando en este silencio por todos los seres vivos, a la espera de que pongamos fin a nuestras agitaciones y locuras".

-"Yo pensé: "¡Qué cosa extraña es el hombre! Como dice la Biblia: "¿Quién conoce el espíritu del hombre que mira a lo alto?"

-Un dicho Zen: "Cuando llegues a la cumbre de una montaña, sigue subiendo".

jueves, 22 de marzo de 2012

Fuera del tiempo

No todo tiene que transcurrir en el tiempo. Por ejemplo, aquella tarde sigue siendo infinita, el amor es más extenso que el espacio-universo y algunas montañas siguen ascendiendo con nosotros toda la vida.

No, no todo tiene que suceder a través del espacio y del tiempo, otros ámbitos se han abierto y la luz, la ilusión y la esperanza nos han mostrado caminos hasta ahora inéditos.

No, no todo puede medirse en laboratorios de precisión infinita; es suficiente un minuto de silencio y el mundo entero colapsa en una lágrima y el mar se extiende y no agoniza.

No, no todo está lleno de entropía ni es irreversible, hay sonrisas que crean dioses y reinos más grandes que planetas a la deriva.

No, no todo es inmenso e infinito, unas manos acarician otras manos, las palabras son música y el aire sinfonía.

No, afortunadamente no todo ocurre en la mente divina de los colibríes, hay cosas que se les escapan a los más sabios, cosas como una nube de oro disolviéndose en la Luna.

No, no todo es ahora y hace tiempo, también mañana será hoy y, como ayer, viviremos.

No, no todo es aquí o nosotros, por suerte en el cosmos hay bosques, montañas y una gran variedad de azules.

Al revés

El día en que -sin querer- empezó a flotar, notó que le gustaba; nadie sabe cuántas vueltas ha dado en el aire desde entonces, pero casi podemos afirmar que poco después se elevaba todos los sábados.

Si tenía suerte, y no había niebla, podía extender su mano y tocar la cumbre de una montaña que se le iba acercando. Con muchas horas de esfuerzo seguía trepando hacia abajo y llegaba a la máxima altura de los collados y trepaba por las praderías y los campos. Más tarde, mientras subía bajando con esfuerzo, se aproximaba paso a paso a las aldeas deshabitadas y a los pueblos, casi agotado.

Desde ese lugar un automóvil o un autobús al revés, con las ruedas hacia arriba, circulaba como pegado a la carretera hasta llegar a la ciudad donde residía. Allí vivía cabeza abajo el resto de la semana.

Nubes sin etiquetas

Miró hacia las nubes y deseó vivir en esas redondas verticalidades, moverse entre algodones, vivir por encima de las fronteras, decretos y mediocridades y así estar siempre en contacto con la Luna.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Peligroso

Hay una lista, pero no es negra, es dorada, donde ingresan los seres aéreos, elevados, casi espíritus puros capaces de enternecerse con la poesía, de comer un atascaburras o de subir al Torrecerredo.

También puede ser disidente.

Y el resto me gusta mucho. El sujeto es peligroso, no hay belleza, alegría, bondad, verdad y felicidad que no le atraigan, justicia que no celebre y placer que no le cautive. La miel le gusta, pardiez; se extasía en grado sumo con el alba, el Sol, la Luna y algunas otras bellezas humanas y divinas; lee algo de poesía, no en exceso; sólo dispara palabras inundadas de alegría; le gusta J. S. Bach como pocas cosas en la vida; prefiere el oro de las estrellas al brillo del vil metal; la nieve nunca le atasca, es más, le estimula, como las montañas y las rocas; pensar, lo que se dice pensar, piensa poco, lo justo para sobrevivir a tanta opresión del ánimo y a tanto economista ultraneoconservador; un pequeño planeta, no mucho más grande que el del Principito, se le podría encomendar; la primavera le deslumbra, siempre y cuando esté bien acompañado; es sentimental, afectivo, emotivo y pasional; y -por lo que se sabe- es tan peligroso que resulta inofensivo.

Un Dios hedonista

Como buen hedonista rechazó ser Dios cuando le ofrecieron el puesto, no podía justificar ni creer que tantos dolores, sufrimientos, guerras, injusticias, explotaciones y calamidades fuesen buenas.

Se pusieran cono se pusieran los teólogos y los expertos en teodicea, un Dios como Dios manda no debería justificar el mal en el mundo ni mantenerse sin protestar, en silencio.

martes, 13 de marzo de 2012

Cuando eran dioses

Cuando eran dioses daba gusto verlos juntos, les salían unas tardes estupendas y, como estaban inspirados, venían a su encuentro risas y paisajes, cuentos graciosísimos y países ideales, viajes de ensueño, esferas tan alegres que superaban el color naranja y todo el planeta se hacía mucho más redondeado.

Era fascinante asistir al espectáculo de sus ojos, sus miradas brindaban arcoiris y eran tan mimosos que se decía que no había en todo el cosmos ninguna sensación equiparable y, todo hay que decirlo, porque es cierto, el resto de los dioses estaban insoportablemente celosos.

Hay que reconocer que ni siquiera se les daban mal los altibajos y que vivir así eternamente parece ser que no estaba ni siquiera al alcance de los dioses montañeros, que ya es decir.
Es una pena, divina, pero pena, aunque sea celestial.

De todos modos dicen que creen que volverán a crearlos o a descubrirlos, o tal vez a buscarlos o a inventarlos. Dios nunca se lo había pasado tan bien como en aquellos buenos tiempos. Solo por momentos así estaba justificado el Universo, el Multiverso y hasta los Poliversos.

Otra vez la humildad

Para no ser ni parecer narcisista decidió no estimarse demasiado a sí mismo o hacerlo con cierta ironía, desgana y distancia, como si así pudiera quitarse toda importancia. Tendrían que ser los demás los que decidiesen si tenía o no algún mérito o valor; y, sólo al llegar ese reflejo aprobatorio hasta él, tendría derecho a cierta satisfacción, pero sin pasarse.
Únicamente así lograría su autoestima, y eso suponiendo que ese fuese su objetivo.

Pero si el primer método, creérselo, era peligroso; el segundo necesitaba demasiados rebotes, ecos y repercusiones y le hacía depender totalmente de los otros, lo que no garantizaba muy mucho su estabilidad. Por eso decidió seguir practicando la humildad.

Una felicidad difícil

Es curioso que libros, revistas y periódicos nos estén "descubriendo" últimamente las fórmulas de la felicidad, hablan de ternura y compasión, de meditación, gratitud y altruismo, de bienestar y hedonismo, de dormir bien, y hasta de tener un coche redondeado, de comer con colores, vivir con creatividad y poseer cierta sobredosis de energía vital, de alegría sin egoísmo, hasta mencionan eso de pedir menos y ser muy generosos; si a todo esto añadimos un vivir con poca agresividad y ansiedad lo que podemos conseguir es perfecto.

Otros dicen que en la vida hay que ser varias cosas, cuidador de colibríes, botánico aplicado al crecimiento de las magnolias, astronauta camino de los anillos de Saturno, escritor de relatos sin comienzo...

Para empeorar las cosas un domingo, en El País Semanal, un tal Borja Vilaseca hablaba de "Dejar de querer para empezar a Amar"; la idea no es mala, pero al hombre creo que se le fue un poco la cabeza y escribió:
"Nuestro esfuerzo consciente debe centrarse en eliminar todas las obstrucciones que nublan y distorsionan nuestra manera de pensar, sentir y ser, como el estrés, la negatividad, el victimismo, el odio, la desconfianza, la vanidad, la envidia, la arrogancia, la preocupación, la intolerancia, la coberdía, la avaricia, la indolencia, el orgullo, la impaciencia, la culpa, la tristeza..."

¡Qué tío!, pero ¿dónde hay alguien así?, ¿quién ha eliminado tantas distorsiones, obstrucciones y nublados? Por lo que veo, además de caminar entre infinitas distorsiones, obstrucciones y distracciones, andomos disipados, distraídos y fascinados.

"El espejismo de Dios"

"El espejismo de Dios", de Richard Dawkins:

A la escala en que me muevo un día es una vida de ausencias. Por otra parte he descubierto que lo mío no es natural, dado que puedo permitirme jeux d´esprit. Si en la naturaleza triunfa un despiadado utilitarismo, aunque no siempre lo parezca, resulta que lo mío no sólo no es útil sino que ni siquiera es natural. ¡Estoy apañado!

"Todas las religiones son básicamente lo mismo: la religión es básicamente culpa con diferentes días festivos" (183).

Es posible que todos seamos vulnerables a la infección por virus mentales (192).

Las palabras de una receta colaboran a cocinar un plato (216).

Einstein: "Si la gente es buena sólo porque teme el castigo y espera una recompensa, somos efectivamente un grupo lamentable".

Podríamos rellenar la vida con otras cosas, ¿Quizá con la ciencia? ¿Con el arte? ¿Con la amistad humana? ¿Con el humanismo? ¿Con el amor a esta vida del mundo real? (370)

"Y mamá es tan mamá como se puede" A. A. Milne, Ahora tenemos seis años.

El universo no es sólo más extraño de lo que pensamos, sino más extraño de lo que podemos suponer... Sospecho que hay más cosas en el cielo y en la tierra que las que se sueña, o de las que se pueden soñar, en cualquier filosofía" J. B. S. Haldane, biólogo.

"Un animal que vuela necesita un tipo distinto de modelo de mundo de un animal que camina, que trepa o que nada" (397).

Una alegría

Debe existir un alegría descabellada (nunca mejor) en el origen de todo esto.

“Cuando uno no se queja ni se autojustifica es que ha accedido a una cierta libertad interior, es que ha ascendido un peldaño en el proceso de autoestimación, es que ha superado esa neurótica necesidad de comunicación simbólica característica de los impotentes místicos" (Salvador Pániker: "Aproximación al origen").

No me quejaré, no diré nada, no me justificaré, simplemente digo que para mí la vida puede ser perfecta.

No hay nada que discutir, se siente o no, a veces es difícil e ínútil tratar de convencer a alguien.

Fuera de la ley

-No, ya se lo he explicado mil veces, su caso no entra en la Ley de Dependencia. Se encuentre como se encuentre, y por mucho que intente justificarlo, aunque necesite alguna ayuda para realizar actividades elementales de la vida diaria y tenga necesidad de algún apoyo para su vida personal; aunque su dependencia sea severa y necesite colaboración para realizar acciones básicas de la vida cotidiana y no requiera el apoyo permanente de un cuidador; ni siquiera cuando necesite ayuda para vivir por su pérdida total de autonomía física, mental, emocional, intelectual o sensorial, y necesite el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tenga necesidades de apoyo constante...
Mire, se lo voy a decir con claridad: por muy enamorado que esté, no podemos hacer nada, su caso no encaja dentro de las prestaciones de esta Ley.

Como un semidios ingrávido

Como el que ha perdido todos los caracteres y las aplicaciones de la gracia, como un Fausto cualquiera que no es recibido ni por el último demonio, un Don Juan ignorado por todas las mujeres, el héroe del que -por fin- ya nadie se acuerda, el que duerme con un cubo de acero de duras aristas por almohada, el que ha perdido las planos, las llaves y las alas del Paraíso; un laberinto autosuficiente que sólo crece en complejidades indescifrables, un caos que se complace a sí mismo en su desidia.
Así se encontraba nuestro personaje, mitad alado y todas las mitades descompuestas, sin rumbo, ascendiendo a todas las alturas sin permanecer en ellas, repitiendo incesantemente el mito de Sisifo para nada, sin atreverse ya ni a respirar profundamente y, a pesar de todo, totalmente agradecido.

La especie perfecta

Nuestra especie sería perfecta si no fuese tan torpe.

Alcanzamos el lenguaje y continuamos insultándonos. Crearon las religiones y siguen odiándose. Vivimos juntos y terminamos separándonos. Decidimos organizarnos e insistimos en el caos. Tenemos remedios que no usamos.
Llegamos a la belleza y al arte y vivimos en la normalidad.

viernes, 9 de marzo de 2012

"Ser de vuelo tan alto, tan extendido..."

Miguel Hernández dejó demostrada la importancia de la risa en sus "Nanas de la cebolla":

"Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Y también podría haber escrito "placer me arranca".

Impermanencia

Cuando empezaron a barajar no pensaba que todo iba a resultar tan maravillosamente raro. Comenzaron cambiando los muebles de lugar cada semana, poco después los intercambiaban de unas viviendas a otras y así podías encontrarte la chaise longue tan moderna de Le Corbusier entre otras piezas de los abuelos que debían de tener más de cien años.
Más tarde, y de forma bastante inexplicable, sortearon los solares en los que debían aparecer las casas y las edificaciones, y nos encontramos con ciudades que, en medio del casco histórico del siglo XVII, contenían edificios recién aterrizados del más hipercontemporáneo siglo XXI.

Cada vez menos cosas permanecían en su sitio.

Cambiaron los elementos del paisaje y al lado de playas virginales aparecían, como por ensalmo, autovías con túneles y viaductos, montañas unidas a trenes de alta velocidad y una altísima estima social entre la población, algo impensable tan sólo unos pocos años antes. Grandes ciudades -que ya cuesta imaginárselo- e inmensas poblaciones viajaron a otras provincias y así se encontraron ciudades invisibles al lado de palacios con nombres pintorescos.
Las naciones entonces, viendo esta oportunidad histórica, aprovecharon para permutar sus fronteras tan usadas. Los continentes, también bastante astutos, variaron de mares y océanos, incluso algunos, por pura coquetería cartográfica, se trasladaron de hemisferio sin esperar a las siempre lentas y fatigosas derivas de esas placas tan tectónicas.

En un abrir y cerrar de ojos los planetas estrenaron órbitas más circulares y novísimos asteroides aparecieron como por arte de magia. Los sistemas solares, comprendiendo que era ya su hora, estallaron en luces nunca usadas, tan primaverales como sonrientes, provocando la aparición de una gran supernova en la constelación de Casiopea, madre de la bellísima Andrómeda, de la antigua mitología griega.

Las galaxias espirales, inmunes a su propio y vertiginoso mareo cósmico, se hicieron aún más redondeadas y gozosas, es como si adivinasen que estaban preparando mundos capaces de crear disposiciones sorprendentes para lo inesperado. En ese mismo instante los cielos y los dioses envidiaron a la Tierra y sus habitantes aprovecharon la ocasión para madurar y modificarse y, cuando se dio cuenta, se encontraron y no pudieron ni quisieron ni supieron hacer otra cosa que rendirse a la evidencia, era lo que estaban esperando.

Cuando cambien de nuevo todos los átomos de la materia del universo desea con todas sus fuerzas que le corresponda otra vez a su lado, tampoco quiere perder ninguno de sus recuerdos, ni la alegresfera armilar, ni el gran libro de la feliz arquitectura mundial, ni los jabones de frutas deliciosas ni la cesta más grande, graciosa y redondeada que pueda imaginarse, ni sus libros ni su letra... no pide más, tampoco menos.

Sol

Se despierta, se levanta, observa el Sol en el Este y sabe por qué se ve en ese punto cardinal todas las mañanas.

Lava sus dudas, limpia su conciencia (y no brilla nada), baña sus incertidumbres, ducha las inseguridades acumuladas, de alguna manera conseguidas; también se afeita y recorta sus pretensiones.

Después prepara y disfruta un zumo de palabras deliciosas, un bocadillo de preguntas y un dulce recuerdo confortable.

Sale de casa, lo de siempre, otro instante.

Experto en ceros

Era experto en ceros y en cuadrados y llevaba una apacible vida de matemático. Lo más curioso le sucedió cuando descubrió los decimales triangulares y todos sus colegas lo tomaron como una extravagancia.

El número 0,000000000000000000000 con un triángulo al final no tenía sentido, le decían. Eso es propio de personas anuméricas que no entienden los dominios de los números.

Y, aunque no tuviera sentido, tal vez por eso era más interesante.

Más adelante escribió raíces cuadradas de la nada, vacías, fracciones de infinito divididas por rectángulos y hasta potencias sin base.

Lo acusaron de mezclarlo todo y lo expulsaron de la Academia de Geometría. Les recordó las célebres palabras de Platón:
"Las Matemáticas -y, por tanto, la geometría- son el preludio del aire que hay que respirar".
Y nadie sabía muy bien cuál sería el aire que habría que respirar más adelante.

Siempre era igual, la misma historia, en cuanto alguien se salía del número máximo marcado, era expulsado de la realidad, era declarado excéntrico, perturbado o subversivo.

martes, 6 de marzo de 2012

Los náufragos

Los náufragos no están siempre deprimidos, a veces es cierto que piden ayuda y hasta una intervención definitiva de las diosas y los dioses; otras veces buscan por las playas restos de madera erosionados por las tormentas y las olas, incluso algunas rocas los saludan, las aves vuelan a su alrededor y eso parece que es todo lo que pueden hacer para seguir participando en la construcción del Cielo.

También hay días que se les hacen largos y de alguna manera interminables, pero amanece y prosigue su dura tarea de reconstruirse por dentro, de darse por completo, aunque sólo reciban viento, desolación y frío.

Saben que casi todo carece de sentido, por eso algunos prefieren más estar absurdamente alegres que absurdamente tirados en la prolongada tristeza.

Les den lo que les den harán algo con su vida, modificarán una piedra, cambiarán de lugar una nube, removerán la arena con algún acierto, lo que sea con tal de poder seguir subiendo a los árboles del Cielo para abrazar a los colibríes.

Y es casi seguro que llorarán cada vez que vean morir a un pobre pajarillo.

De esa condición ya no hay traslado.

Se perdieron las palabras

Se perdieron los nombres de las montañas, de los collados y de las aldeas, también los de las calles, después los de todos los objetos, a continuación las personas fueron innombrables y también los sentimientos; poco más tarde la vida se quedó sin poder apreciarse por falta de matices.

Los escritores estaban asustados, los lectores camino del desierto, los pensadores en la nada y los legisladores en el limbo de los justos.

Tardaron muchos años en regresar algunas palabras, y aquellas, las más agraciadas, las que tanto queríamos, las que sabían y nos hacían volar, sólo volvían en sueños y al despertar quedaba en medio del silencio y de la ausencia un rastro dorado que demostraba, sin ningún género de dudas, la pervivencia de la alegría en todo lo que se deslizaba en el viento.

Un cometa

Me gustaría ser como un cometa, ni siquiera es necesario que sea el mayor ni el más elegante, y viajar brillando y regalando resplandores

y no sentir nunca remordimientos por la luz prestada y regalada;

mantenerme en mi órbita de vez en cuando y, a veces, inesperadamente, retroceder hasta el final de la trayectoria y perder de vista el núcleo de mis pensamientos;

acercarme regularmente hasta el Sol y, prescindiendo de las leyes de Newton, ser amable con todo lo que existe,

también ser cuidadoso y poner mucha atención para no estropear nada,

y cuidar para que la luz que se despliega y se consume siempre está bien empleada.

viernes, 2 de marzo de 2012

Las mentiras repetidas

El Banco central Europeo presta 529.500 millones de euros al 1% a 800 bancos europeos para aliviar los mercados.
Si lo repetimos muchas veces esta medida hasta parecerá lógica y correcta.

¿No es extraño un mundo en el que el Banco Central Europeo presta a los bancos al 1%, pero no le está permitido (¡qué sospechoso!) prestar o financiar a los países en apuros (como Grecia) al mismo 1%?

Es fácil que esos mismos bancos lo inviertan en la deuda pública de esos países que se ven obligados a pagar altos tipos de interés a los mismos bancos a los que hay que rescatar al primer problema.
Sin duda hay que exigir después a esos países que recorten todas las prestaciones sociales: educación, sanidad, jubilaciones, asistencia social... nunca a que eleven los impuestos a los más beneficiados por estos negocios.

¿No es inhumano, indigno e injusto que se puedan legalizar estas prácticas?, ¿que haya dinero para los bancos y no para los ciudadanos, los países más endeudados y las empresas que lo necesiten?

¿Tan descarado es el plan para empobrecer a los ciudadanos y favorecer a los especuladores?, ¿ya no hace falta ni disimular?

De una forma desvergonzada los ciudadanos están al servicio de la economía y la economía ya no disimula su falta de servicio a los ciudadanos.

Y después la mala imagen la dan los estudiantes y trabajadores que protestan contra los recortes, Los señores banqueros con corbata nunca dan mala imagen.

Lo más triste es ver países y continentes enteros llenos de pobres de derechas.