Todavía, ahora y siempre

Todavía se puede ser platónico, al menos como lo interpreta el Premio Nobel de Física, Frank Wilczek, en su libro El mundo como obra de arte:

"...la vida diaria nos ofrece una mera sombra de la realidad, pero que, mediante aventuras de la mente y una expansión sensorial, podemos acceder a su esencia. Y que la esencia es más clara y más bella que su sombra".

"...la cueva metafórica de Platón refleja algo muy real y específico: lo insignificante de nuestra experiencia sensorial en comparación con la realidad disponible".

Aventuras de la mente. como las de Don Quijote. Expansión sensorial, como la de los montañeros de altura. Lo insignificante de nuestra experiencia sensorial, como la de los que tenemos alma de cántaro. La realidad disponible, como la del olandés errante.