“El fundamentalista cree que no creemos en nada. En su mirada del mundo, tiene las certezas absolutas, mientras nosotros estamos hundidos en lujos de sibaritas. Para demostrarle que está equivocado, primero debemos saber que está equivocado. Debemos ponernos de acuerdo en lo que es importante: besarse en lugares públicos, los bocadillos de jamón, estar en desacuerdo, la moda vanguardista, la literatura, la generosidad, el agua, una distribución más equitativa de los recursos mundiales, las películas, la música, la libertad de pensamiento, la belleza, el amor. Estas serán nuestras armas. No los derrotaremos haciendo la guerra, sino por la forma que elijamos de vivir nuestras vidas sin miedo”.
Salman Rushdie.
Sin olvidarnos de todas las artes, las filosofías y las ciencias, de las esculturas móviles de Calder, de la risa, del gozo, de la alegría…
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