miércoles, 1 de diciembre de 2010
Gioconda Belli en el aire
Hemos visto a Gioconda Belli ayer en El País, ¡parece imposible que haya nacido en 1948 y que tenga 62 años!, ¡impresionante!, lo que hace la felicidad... y esa sonrisa extremadamente viva, ¿no debería ser el gran modelo a imitar?...
Habla de felicismo, alegrismo, placenterismo, hedonismo, utopismo... ¡qué prodigio de vitalidad sonriente!
¡Y el rojo!, ¡y el limón ingrávido!, ¡la fruta!, ¡siempre fruta!
Y qué deliciosa su mirada con la que parece decirnos a todos que el mundo y la vida no son tan difíciles, que -si quisiéramos- entre todos podríamos vivir felices; sólo tendríamos que acompañarnos, acogernos, alegrarnos, ampararnos... no debería ser tan complicado todo, hombres avaros de poder (como el dictador Somoza contra el que luchó) acaparando riquezas mientras otros se mueren de hambre, católicos que se olvidaron de ser cristianos, socialistas que renunciaron casi sin saberlo a la solidaridad, capitalistas capaces de vender a su madre si con eso aumentan su cuenta de resultados...
Y qué hermosa sería una vida así, en pleno felicismo, tan bien acompañados, el paraíso en las manos, en una sonrisa perfecta que celebra el cuerpo y el placer de vivir y de sentir la vida, una sonrisa en la que se adivina un volcán inmenso repleto de alegría.
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