"—No sé esas filosofías —respondió Sancho Panza—, mas solo sé que tan presto tuviese yo el condado como sabría regirle, que tanta alma tengo yo como otro, y tanto cuerpo como el que más, y tan rey sería yo de mi estado como cada uno del suyo: y siéndolo, haría lo que quisiese; y haciendo lo que quisiese, haría mi gusto; y haciendo mi gusto, estaría contento; y en estando uno contento, no tiene más que desear; y no teniendo más que desear, acabóse, y el estado venga, y a Dios y veámonos, como dijo un ciego a otro.
–No son malas filosofías esas, como tú dices, Sancho, pero con todo eso hay mucho que decir sobre esta materia… Yo sé y tengo para mí – dijo Don Quijote– que tu manera de pensar no es muy equivocada y que viene a coincidir en lo fundamental, en mucho y en parte con la mejor filosofía de Nietzsche, con lo que muestran las esculturas móvilesde Calder y aún con el más esmerado, elegante y exquisito Budismo Zen. Y no digo más, que a buen entendedor…"
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha. Capítulo L de la primera parte.
"—No sé esas filosofías —respondió Sancho Panza—, mas solo sé que tan presto tuviese
yo el condado como sabría regirle, que tanta alma tengo yo como otro, y tanto cuerpo
como el que más, y tan rey sería yo de mi estado como cada uno del suyo: y siéndolo,
haría lo que quisiese; y haciendo lo que quisiese, haría mi gusto; y haciendo mi gusto,
estaría contento; y en estando uno contento, no tiene más que desear; y no teniendo
más que desear, acabóse, y el estado venga, y a Dios y veámonos, como dijo un ciego a otro.
–No son malas filosofías esas, como tú dices, Sancho, pero con todo eso hay mucho que
decir sobre esta materia… Yo sé y tengo para mí – dijo Don Quijote– que tu manera de
pensar no es muy equivocada y que viene a coincidir en lo fundamental, en mucho y en
parte con la mejor filosofía de Nietzsche, con lo que muestran las esculturas móviles
de Calder y aún con el más esmerado, elegante y exquisito Budismo Zen. Y no digo más,
que a buen entendedor…"
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha. Capítulo L de la p"—No sé esas filosofías —respondió Sancho Panza—, mas solo sé que tan presto tuviese
yo el condado como sabría regirle, que tanta alma tengo yo como otro, y tanto cuerpo
como el que más, y tan rey sería yo de mi estado como cada uno del suyo: y siéndolo,
haría lo que quisiese; y haciendo lo que quisiese, haría mi gusto; y haciendo mi gusto,
estaría contento; y en estando uno contento, no tiene más que desear; y no teniendo
más que desear, acabóse, y el estado venga, y a Dios y veámonos, como dijo un ciego a otro.
–No son malas filosofías esas, como tú dices, Sancho, pero con todo eso hay mucho que
decir sobre esta materia… Yo sé y tengo para mí – dijo Don Quijote– que tu manera de
pensar no es muy equivocada y que viene a coincidir en lo fundamental, en mucho y en
parte con la mejor filosofía de Nietzsche, con lo que muestran las esculturas móviles
de Calder y aún con el más esmerado, elegante y exquisito Budismo Zen. Y no digo más,
que a buen entendedor…"
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha. Capítulo L de la primera p
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