Ciertos procesos separatistas son muy curiosos. Exigen la independencia de su territorio del país o Estado al que pertenecen, pero se la niegan a cualquier provincia o región que no desee seguir su imperioso "nacionalismo obligatorio".
Ahora añaden más contradicciones, los mismos que desobedecen las leyes que les obligan y nos obligan a todos, son capaces de exigir el cumplimiento de las nuevas leyes que ellos fabrican a su medida y antojo.
Como niños mal criados cada día abusan más de la "santa desfachatez" que algunos conocen y reconocen.
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