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lunes, 25 de diciembre de 2017

FELICES FIESTAS CALDERIANAS




Resultado de imagen de calder navidad

•“Año nuevo, mundo nuevo. Esperamos el fin de la hipocresía, 
del fariseísmo, del egoísmo, del oportunismo, de la tergiversación y del temor donde quiera que existan. 
Con gran respeto hacia aquellos que con toda razón ponen en 
duda la brutalidad y defienden un mundo más civilizado, nuestra única esperanza son los hombres reflexivos. 
La razón no es una traición”. 

Alexander Calder, escultor (también conocido como Calderáclito, filósofo presocrático del año X d.d.C.)

Publicó -y pagó- el 2 de enero de 1966 en la última página del diario 
New York Times este anuncio en contra de las atrocidades de la guerra.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Alcanzar

“Nacemos para el amor perfecto y no lo alcanzamos”
Lidia Jorge, escritora portuguesa

Todos nacemos para la vida, la felicidad, la alegría, la bondad, la belleza perfectas y no las alcanzamos.

También nacemos para la escultura perfecta Calder es el artista que la ha alcanzado.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Una de las músicas más altas

"Aquellos que toman por locos a los que bailan lo hacen porque no oyen la música"
Jennifer Peedom
Es directora de cine, australiana y conoce las montañas.

jueves, 2 de noviembre de 2017

La verdad alegre


Dice Serrat en su canción "Sinceramente tuyo":

"Del derecho y del revés
uno sólo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio."


Y  sigamos viviendo para que todas las verdades sean siempre alegres.

viernes, 27 de octubre de 2017

Angustia

Decía el filósofo Sören Kierkegaard que la angustia que sentimos ante un acantilado no se debe al temor de que podemos caernos sino al miedo a decidir tirarnos nosotros mismos.
Algo parecido debe estar sucediéndoles a algunos líderes independestistas catalanes estos días, no tienen tanto miedo a caer como pánico a que su propia libertad les lleve a arrojarse al precipicio.
Lo que no cabe duda es que uno puede usar su libertad de la forma más angustiosa e irresponsable posible, incluso puede decidir arrojarse al abismo. Lo que NO DEBE de ninguna manera es arrojar a los demás. Si ya es un error el suicidio, lo que es absolutamente imperdonable es empujar a la muerte a los demás.

domingo, 22 de octubre de 2017

La belleza

Escribe Antonio Muñoz Molina en "La subversión por la belleza" (Babelia, 21-10-17)

"Simone Weil dice que una de las necesidades vitales de las personas de clase trabajadora es la belleza. Sin belleza en la vida cotidiana y en los procesos mismos y en los resultados del trabajo no hay justicia social...

(William) Morris sabía que la destrucción y la fealdad no eran hechos accesorios, sino elementos tan centrales de la injusticia como la brutalidad del trabajo en las fábricas y el sometimiento de los obreros a un sistema de producción en el que a nadie le estaba permitido disfrutar del resultado de su esfuerzo, y por tanto del sentimiento de la propia dignidad y de la posibilidad de la alegría...

Construir objetos bellos y útiles o participar en su creación es una fuente segura de felicidad; también vivir en lo posible rodeado de ellos...

 “Bello es lo que el tiempo no hace vulgar”, decía nuestro Juan Ramón Jiménez... 

La belleza y la racionalidad pueden contagiarse, igual que se contagian la fealdad y el trastorno..."

Escribía Nietzsche:

Y aunque se os hayan malogrado grandes cosas, ¿es que por ello vosotros mismos os habéis malogrado? Y aunque vosotros mismos os hayáis malogrado, ¿se malogró por ello el hombre? Y si el hombre se malogró: ¡bien! ¡adelante!...
Y en verdad, ¡cuántas cosas se han logrado ya! ¡Qué abundante es esta tierra en pequeñas cosas buenas y perfectas, en cosas bien logradas!
¡Colocad pequeñas cosas buenas y perfectas a vuestro alrededor...! Su áurea madurez sana el corazón. Lo perfecto enseña a tener esperanzas...” (Así habló Zaratustra, 390-391)

viernes, 20 de octubre de 2017

Para seguir después del fin del mundo

Adam Zagajewsji, poeta, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017:

Después de cada fin del mundo

Cuando habla de que, a lo largo de la historia, se 
han ido dando desgracias que la humanidad ha 
vivido como si fueran fines del mundo, dice Adam 
Zagajewski: «¿Cómo vivir tras tantos fines 
del mundo? Adorno consideraba que la poesía era 
imposible después de Auschwitz. Pero la ropa 
se seca tendida en las cuerdas blancas y resuena la 
risa de un niño. El niño crecerá y será policía
o cura. Por eso creo que, después del fin del mundo, 
hay que vivir como si no hubiera pasado
 nada. Naturalmente, es preciso recordar lo que ha 
ocurrido y pensar en lo que ocurrirá, pero, 
así y todo, hay que vivir como si no hubiera pasado 
nada. Dar largos paseos. Contemplar las 
puestas de sol. Creer en Dios. Leer poesías. Escribir 
poesías. Escuchar música. Ayudar al prójimo. 
Hacer la pascua a los tiranos. Alegrarse del amor y 
llorar la muerte. Como si no hubiera pasado nada».

jueves, 19 de octubre de 2017

La bondad

"La bondad es una forma de la sabiduría y no necesita, por tanto, de recompensas finales, 
puesto que ella misma ya es el premio."

Fernando Aramburu, escritor.

martes, 26 de septiembre de 2017

Energía desperdiciada

¡Cuánta energía desperdiciada en dividir y en separar!, ¡cuánta derrochada en excluir y en rechazar!, ¡cuánta en afirmar para negar y en negar para sentirse más!
Es raro que no existan otros asuntos humanos que hayan logrado tanta atención. 
Es curioso que el paro, la injusticia, la miseria, el dolor, la desigualdad... no hayan logrado casi nunca esta dedicación como la que parece que se reúne en torno a la definición de una bandera, de una frontera, de un país, de una nación, de un estado...
Es extraño que los que desobedecen sigan  obedeciendo a cierta autoridad bien establecida, a cierta clase social dominante, a cierta iglesia que habla de amor y de unidad...
Es sorprendente que muchos antisistema colaboren con el sistema y que todo el sistema evite pronunciarse sobre corrupciones, recortes, ajustes...
¡Qué pena que todo ese entusiasmo sea solo para segregar!

viernes, 22 de septiembre de 2017

Oropéndola


Jaciento Antón escribía en el diario El País hace pocos días:
"La vida a veces te brinda regalos inesperados. Este final de verano que no parecía ofrecer más que agrias perspectivas... ha aparecido en mi jardín una pareja de oropéndolas... La oropéndola, especialmente el macho, es un ave que al maravilloso, sensacional color amarillo de su plumaje (su nombre en latín oriolus oriolus proviene del latín aureum, dorado) añade que, paradójicamente, es dificilísima de observar dado su carácter escurridizo (parecen estar siempre escondiéndose) y su vuelo discreto. Así que ver una, ni que sea fugazmente, como un rayo de sol atravesando el aire, resulta una alegría para el corazón de cualquier aficionado a los pájaros y en realidad para todo amante de la naturaleza y de la belleza en general..."

sábado, 16 de septiembre de 2017

Creerse mejores

Decía Rousseau:

"No es malo mejorar, lo malo es creerse mejores".

Los nacionalismos tiene mucho de soberbia, de desmesura, de creerse distintos y mejores. 
¡Y qué poco me importan ya los que se sienten menos que seres humanos, cosmopolitas o  europeos!, ¡qué pereza da saber que todavía hay españoles, italianos, alemanes y franceses... asturianos, gallegos, catalanes y extremeños... avilesinos, ovetenses, gijoneses...!


"El vivir ilusionado", Gustavo Martín Garzo

Martín Garzo ha escrito otro maravilloso artículo de lo que nos gustaría vivir:
El vivir ilusionado
Ahora que han concluido los actos que conmemoraron el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, puede que no esté de más preguntarse, ya en silencio de la lectura, por el misterioso encanto de un libro que no ha dejado de maravillar al mundo desde que se publicó...
Francisco Rico afirma que, más allá de su poderoso sentido simbólico, la razón de ese éxito radica en que El Quijote es una obra divertida, sin aparentes complicaciones, que entretiene y da felicidad a quien la lea. Y ciertamente el comportamiento de don Quijote recuerda mucho al de los niños en sus juegos. Torrente Ballester, en su libro El Quijote como juego, abunda en esta tesis al afirmar que lo que hace Alonso Quijano cuando sale al mundo vestido de caballero andante es ponerse a jugar con las cosas. Y así, por ejemplo, cuando dice que los molinos son gigantes no es tanto que confunda a éstos, los gigantes, con aquellos, los molinos, como que juega a que es así, como haría cualquier niño cuando afirma que una silla es su caballo. Y jugar para los niños no es otra cosa que dar cuenta en el mundo de la vida de sus deseos, llevar su verdad a la vida real.
Las extravagancias que tanto abundan en este divertido y hondo libro tienen que ver con la incapacidad de don Quijote, y en esto también se parece a los niños, para aceptar una vida no marcada por lo excepcional. En la mística iraní se piensa que el nacimiento de cada hombre está presidido por un ángel llamado Daena, que tiene la forma de una niña bellísima. El rostro de ese ángel no permanece inalterable a lo largo de la vida sino que se va transformando imperceptiblemente con cada uno de nuestros gestos, palabras o pensamientos. Al final de la vida, cuando nos encontramos por fin con él, se ha transformado en un ser bellísimo o en una criatura monstruosa según han sido nuestros actos. En El Quijote es Dulcinea quien representa a ese ángel secreto y es a ella a quien nuestro caballero dedica sus aventuras, pues un caballero no es nada sin una dama a quien amar. Llevar a la realidad la vida de sus sueños más secretos, tal es la búsqueda esencial de los caballeros enamorados.
Nos dan a elegir entre la justicia y el amor, escribe Elías Canetti. Yo no quiero, yo quiero las dos cosas. Es justo eso lo que hace don Quijote. Por eso libera a los galeotes, da la razón a la pastora Marcela, defiende a un pobre criado de la brutalidad de su dueño y devuelve con sus palabras la dignidad a venteros, prostitutas y pastores. Y no me cabe duda de que de haber contemplado este invierno las filas de refugiados sirios bajo la nieve, don Quijote habría arremetido sin dudarlo contra los guardianes de las fronteras de Europa, porque ¿acaso la ley que se ha invocado como justificación de esas fronteras es algo sin el amor que permite ver en el desamparo de tantos una muestra más de nuestra propia humanidad herida? El corazón de una sociedad es la ley, dijo Roberto Rossellini, el de una comunidad es el amor.
En uno de sus breves apólogos, Kafka nos habla de un hombre que manda a sus criados que dispongan su caballo para su salida inmediata. Cuando éstos, extrañados por sus prisas, le preguntan que adónde va, él les contesta que eso qué importa. Salir de aquí, esa es mi meta, exclama. También a don Quijote le mueve el mismo deseo de escapar, de abandonar cuanto antes la triste casa donde pasa sus días para vivir sus aventuras. Porque ¿qué es la aventura sino el deseo de tener un corazón? Todos los personajes que lo intentan deben pasar por pruebas dolorosas y noches oscuras. Tener un corazón nos hace enfermar porque el corazón es el lugar del extrañamiento, de la apertura hacia lo Otro. Alonso Quijano ha perdido el suyo, y malvive aburrido en su pobre hacienda hasta que vuelve a escuchar sus latidos en las páginas de los libros de caballerías. Leer es apostar por los latidos de ese corazón hipotecado, entrar en el mundo de la ilusión.
Ese vivir ilusionado es el que encarna don Quijote, y lo que tanto necesitamos nosotros. Harold Bloom dice que leemos movidos por una necesidad de belleza, de verdad y de discernimiento. Es decir, buscando el esplendor estético, la fuerza intelectual y la sabiduría. Añadiría un cuarto motivo: buscando un poco de locura, pues ¿qué es la vida sin locura? Hacer posible lo que no lo parece, restablecer el reino de la posibilidad, es lo que entiendo por locura. Lo que más sorprende de don Quijote es su candor, su maravillosa disponibilidad, pero también que, a pesar de los líos en que se mete, raras veces pierda la cabeza. Tal es la paradoja de las bellas historias, que cuanto más maravillosas y locas son más discretos y razonables vuelven a quienes las escuchan. Esta alianza entre fantasía y razón es la que da al libro de Cervantes su encanto imperecedero. Goya lo explicó en su famosa glosa al Capricho 43, El sueño de la razón: “La fantasía, abandonada de la razón, produce monstruos imposibles: unida con ella, es madre de las artes y origen de sus maravillas”. Rindamos pleitesía una vez más al valeroso Caballero de la Fantasía.En su libro Breve tratado de la ilusión, Julián Marías nos recuerda que la palabra ilusión procede del verbo latino illudere, que significa jugar. Aparece en todas las lenguas románicas con un significado negativo relacionado con la ficción y el engaño. Lo ilusorio es lo que no existe en la realidad; el ilusionista es un vendedor de humo; el iluso, alguien que tiene esperanzas infundadas. Pero esta palabra ha adquirido en nuestro idioma un valor muy diferente. Ese cambio, continua diciéndonos Julián Marías, es parecido a lo que sucedió con la palabra sueño. Cuando Calderón afirma que la vida no es más que sueño, lo que quiere decirnos es que no es verdadera realidad. “Pero en el siglo XVII se opera en Europa, en los filósofos y en los poetas, el descubrimiento del sentido positivo del sueño y la ficción, no como opuestos a la realidad, sino como formas de realidad, y precisamente aquellas que reflejan la condición de hombre”. Tener ilusiones, para nosotros, no será ya refugiarse en quimeras, sino vivir queriendo otras cosas. La ilusión tiene que ver con lo que Marías llama la condición indigente o menesterosa del ser humano; es decir, con el hecho de que nuestra vida sea un proceso lleno de necesidades que tenemos que satisfacer. Y la ilusión es la expectativa de que lo podemos conseguir. Vivir en mundo sin cosas, como les pasa a los niños, esa es la búsqueda de la ilusión.

Gustavo Martín Garzo es escritor.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Para los no fanáticos

Para los ciudadanos catalanes y también para los que no quieren caer en el fanatismo, para los que no quieren seguir la nueva "religión" del "nacionalismo obligatorio", para los que no desean más banderas ni más fronteras ni más excusas para odiar, para los que se creen de izquierdas siguiendo una doctrina de derechas... no estaría mal releer esta letra de una canción de Serrat: 

"Algo personal".

Probablemente en su pueblo se les recordará 
como cachorros de buenas personas, 
que hurtaban flores para regalar a su mamá 
y daban de comer a las palomas. 

Probablemente que todo eso debe ser verdad, 
aunque es más turbio cómo y de qué manera 
llegaron esos individuos a ser lo que son 
ni a quién sirven cuando alzan las banderas. 

Hombres de paja que usan la colonia y el honor 
para ocultar oscuras intenciones: 
tienen doble vida, son sicarios del mal. 
Entre esos tipos y yo hay algo personal. 

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, 
viajan de incógnito en autos blindados 
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, 
a colgar en las escuelas su retrato. 

Se gastan más de lo que tienen en coleccionar 
espías, listas negras y arsenales; 
resulta bochornoso verles fanfarronear 
a ver quién es el que la tiene más grande. 

Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, 
juegan con cosas que no tienen repuesto 
y la culpa es del otro si algo les sale mal. 
Entre esos tipos y yo hay algo personal. 

Y como quien en la cosa, nada tiene que perder. 
Pulsan la alarma y rompen las promesas 
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer 
nos ponen la pistola en la cabeza. 

Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar 
van a cagar a casa de otra gente 
y experimentan nuevos métodos de masacrar, 
sofisticados y a la vez convincentes. 

No conocen ni a su padre cuando pierden el control, 
ni recuerdan que en el mundo hay niños. 
Nos niegan a todos el pan y la sal. 
Entre esos tipos y yo hay algo personal. 

Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión 
de declarar públicamente su empeño 
en propiciar un diálogo de franca distensión 
que les permita hallar un marco previo 

que garantice unas premisas mínimas 
que faciliten crear los resortes 
que impulsen un punto de partida sólido y capaz 
de este a oeste y de sur a norte, 

donde establecer las bases de un tratado de amistad 
que contribuya a poner los cimientos 
de una plataforma donde edificar 
un hermoso futuro de amor y paz.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Libertad

Dice el filósofo Luis Alegre: 
“No es necesario recorrer los caminos abiertos para ser todos más libres...Basta imaginarse un pueblo pequeño en el que una mujer decide divorciarse o llevar una vida más libre. Solo ese gesto de una mujer valiente provoca que todo el valle o la comarca tenga noticia de su libertad."

jueves, 27 de julio de 2017

Poesía para un cumpleaños

24-7-2017. Salamanca. Sala de exposiciones de las Escuelas Menores.
Exposición de Miquel Barceló sobre la Divina Comedia de Dante.
En un expositor aparece el libro del PARAÍSO traducido por Ángel 
Crespo e ilustrado por Barceló abierto en el Canto XXI:

"Ya al rostro de mi dama había vuelto
los ojos, y con ellos mi alma entera,
y de todo otro intento estaba absuelto..."

(La ilustración de Barceló que ocupa la otra página no le hace justicia a Dante Alighieri ni a Ángel Crespo).

Y bien podría estar abierto en el Canto I:

"Penetra el universo, y se reparte,
la gloria de quien mueve a cuanto existe,
menos por una y más por otra parte.

Yo al cielo fui que más su luz reviste
y vi, lo que al bajar de aquella cima,
a poder ser contado se resiste..."

O más adelante, en el mismo Canto I:

"Y comenzó: "Te crea confusiones
tu falso imaginar, y no estás viendo
lo que verías libre de ilusiones..."

Un buen regalo de cumpleaños: Ilusiones sin desilusiones,
sin confusiones.

Inspiración y delirio

Escribía Erasmo de Rotterdam en su Elogio de la locura que existen dos tipos de delirio,
el que "las crueles furias lanzan desde los infiernos" y el que "se manifiesta por cierto alegre extravío de la razón, que libera al alma de cuidados angustiosos y la perfuma con múltiples voluptuosidades".

Demócrito decía que solo en estado de delirio se puede componer la poesía más elevada. 
La poesía para celebrar un hermoso cumpleaños.

viernes, 7 de julio de 2017

Caminos

David Trueba dedica su último libro Tierra de campos a su hermano Fernando del que dice
"que nunca sigue los caminos que llevan a Roma".

¡Bieneventurados los que siguen caminos que no conducen siempre a Roma, que nos llevan a Holanda, a Venecia, a Florencia...!

jueves, 6 de julio de 2017

Sin duelo

Escribe Sandra León en su artículo "Llanto sin duelo" sobre la hija, de 91 años, del sindicalista Timoteo Mendieta, fusilado y enterrado en una fosa común en 1939 y al que ahora ha podido dar sepultura:

"La imposibilidad de duelo significa una prolongación infinita del dolor, incapaz de cerrarse porque no hay aceptación. No puede haberla si no se sabe, ni se ve, ni se toca, ni hay confirmación".

Juan de Yepes, en su Cántico Espiritual, diría: 

¡Ay, quién podrá sanarme!

miércoles, 5 de julio de 2017

Lo excelso

“La felicidad no es un premio que se otorga a la virtud, sino que es la virtud misma, y no gozamos de ella porque reprimamos nuestras concupiscencias, sino que, al contrario, podemos reprimir nuestras concupiscencias porque gozamos de ella.”


"Todo lo excelso es tan difícil como raro" 
  

Spinoza, Etica demostrada al modo geométrico, Parte V, Prop. XLII.

lunes, 3 de julio de 2017

Angelus novus

Escribe Walter benjamin:

"Hay un cuadro de Paul Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso."

¿Qué es lo correcto?, ¿volver el rostro hacia el pasado?, ¿detenerse e intentar recomponerlo? 

De la eternidad, tal vez no del Paraíso, un viento repleto de meses lo aleja del pasado y aunque ya no percibe vuelo ni alas ni magia ni gracias derramadas, sabe que la música existía en el Palacio del Cielo, que lo que hoy son ruinas y huracanes fueron ángeles nuevos que entonaban aleluyas que permanecían, que saludaban  sonriendo, agradecían la Belleza y la elegancia y no se disolvían en la nada.

viernes, 28 de abril de 2017

Las contradicciones

Ciertos procesos separatistas son muy curiosos. Exigen la independencia de su territorio del país o Estado al que pertenecen, pero se la niegan a cualquier provincia o región que no desee seguir su imperioso "nacionalismo obligatorio". 
Ahora añaden más contradicciones, los mismos que desobedecen las leyes que les obligan y nos obligan a todos, son capaces de exigir el cumplimiento de las nuevas leyes que ellos fabrican a su medida y antojo.
Como niños mal criados cada día abusan más de la "santa desfachatez" que algunos conocen y reconocen.

lunes, 3 de abril de 2017

Salvador Pániker

viernes, 3 de marzo de 2017

En el Museo del Prado

Desde que se fue a vivir a Madrid iba todas las tardes al Museo del Prado, a partir de las seis de la tarde la entrada era libre y necesitaba contemplar sus obras favoritas.
Siempre empezaba por "El jardín de las delicias" de El Bosco y todos los cuadros del mismo autor en la misma sala, no se olvidaba nunca de los de Brueghel. 
Una vez comprobado que el mundo y la vida tenían sentido se dirigía a la sala de Velázquez donde estaba situado el cuadro de "Las Meninas".
Los vigilantes ya conocían sus rutinas, todas las tardes a la misma hora hacía el mismo recorrido y la misma trayectoria.
Delante de "Las Meninas" se detenía mucho tiempo, a veces releyendo el texto que le dedicó Michel Foucault, a veces fascinado ante el genial atrevimiento de Velázquez.
En realidad lo que deseaba era que el pintor le hiciese un gesto y lo invitase a entrar en el cuadro para quedarse al otro lado de la pintura y del espejo, y así poder disfrutar con detenimiento de las miradas curiosas de los visitantes.
Algún día, de eso estaba seguro, entendería el cuadro. Vería a la Infanta, a los Reyes y a la Reina Maga que había hecho posible el milagro que allí se representaba.

sábado, 4 de febrero de 2017

"El Público", de Federeico García Lorca

"Yo conocí a un hombre que barría su tejado y limpiaba claraboyas y barandas
solamente por galantería con el cielo".

Cuadro quinto

jueves, 12 de enero de 2017

Placer, contento, diversión y regocijo




Doña Lorenza:   ¿Y la honra, sobrina?
Cristina:             ¿Y el holgarnos, tía?
Doña Lorenzaa: ¿Y si se sabe?
Cristina:             ¿Y si no se sabe?


El viejo celoso. Entremés.

Miguel de Cervantes