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miércoles, 2 de marzo de 2011

"Mapas de la realidad"

He terminado de leer el libro "Los científicos y Dios". Antonio F. Rañada es un buen profesor, coherente, ordenado, explica con claridad y es un buen divulgador. Se le nota bastante el peso del cristianismo (un poco al estilo de Pascal) y que para él es tan importante o más la religión que la ciencia. En cualquier caso parece que es capaz de pensar y que no se limita a repetir las directrices de Rouco Varela. Bien.
Me gusta que considere que las ciencias han contribuido a elevar el nivel de bienestar y de felicidad de la humanidad, lo que no deja de encajar con mi tesis del Hedonismo Utópico.
Y me parece muy importante esa consideración que hace al final del libro cuando habla de los "mapas de la realidad"; considera que -igual que hay diferentes tipos de mapas geográficos: físicos, políticos, de actividades económicas, demográficos...- también hay mapas científicos (con diferencias entre las distintas ciencias y aún dentro de cada ciencia según las diferentes teorías y autores), mapas filosóficos (con las mismas diferencias), religiosos, artísticos...
Se me ocurre pensar que alguien más escéptico podría llegar a pensar que tal vez tengamos muchos, demasiados mapas y que, por eso, no acaban de coincidir; de ahí las dificultades para interpretar con coherencia el mundo actual. También es posible que tengamos los mapas (las teorías) pero no la realidad (algo más cercano a una especie de filosofía cuántica derivada del principio de incertidumbre de Heisemberg). Aunque tal vez sería más hermoso conocer la realidad (las montañas y la belleza natural) sin mapas interpuestos, sin saber demasiado. Quién sabe...

2 comentarios:

  1. Me apunto a la reflexión final: a conocer el mundo y sus habitantes sin mapas interpuestos, sin manual de instrucciones, sin preservativos para el alma, sin miedos, sin recelos, sin prejuicios. Y si se acerca dios lo suficiente en una tarde de primavera... pues le damos un abrazo recién brotado para que sepa a qué sabemos los humanos cuando amamos.

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  2. Sin mapas, sin miedos... hasta que los dioses vengan a vernos, así sabrán lo que es bueno.

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