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viernes, 30 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-25

Día  25     Jueves 23-8-2012

Viaje de regreso  Juphal-Nepalgunj-Katmandú.   Primer intento, primer fracaso

Si todo va bien y no llueve y nos sonríen los dioses, hoy cogeremos el avión de >Juphal a Nepalgunj y de allí otro a Katmandú.
Ayer conocimos a Pedro, un portugués que habla español de maravilla, francés, inglés, que está aprendiendo italiano con su novia y polaco por motivos de trabajo. Trabaja para un banco de Luxemburgo y parece todo un hombre de mundo, viajado y experimentado. Ha venido al Dolpo con la empresa francesa Terra d¨Aventure, que casi siempre lleva viajeros franceses; en esta ocasión viajan 11 franceses y él y ya está un poco cansado de tanto chovinismo. tendrá unos 55 años y hace 8 que ha empezado a practicar trekking, ha estado en Patagonia, en la Torre del Paine y en el Fitz Roy, en Mali, en los volcanes de Mali, en Perú...
es un hombre encantador, con don de gentes, un hombre de mundo que  ahora se está divorciando, sus hijas ya son mayores y está empezando una segunda vida. Tiene energía.
Esperar en Juphal permite conocer gente (a pesar de ese perro que ha estado ladrando toda la noche, ¿para qué sirve un perro que ladra sin parar, de qué está avisando?

Hay muchas maneras de viajar, desde la surcoreana que vimos ayer en Shhepka, con la persona que parecía su secretario-fotógrafo, su caballo con asistente que le llevaba la mochila y las riendas del caballo, con su séquito d e 11 personas y 9 mulas... hasta la chica occidental que vimos ayer caminando sola por el Parque nacional Shey Poksumdo con una mochila ligera.

Casi estamos despiertos desde las 5 de la mañana, levantarse, recofer las malestas, desayunar (el último  desayuno que nos hace nuestro cocinero) y a esperar con los 12 franceses. Hablamos unas horas con Pedro, que tambie´n quiere ir a la Antártida.
Si algo puede salir mal... vino sólo un avión de Nepalgunj y se fue con los 12 franceses; se calculaba que haría 2 viajes, ya nos habían revisado el  equipaje y las mochilas, ya teníamos la tarjeta de embarque en la mano y "CANCELADO" de nuevo. Con el avión llegó una nueva expedición, unos salieron y otros entraron, en cadena, así es el turismo, incluso el de alta montaña.
Cargando con todo el equipaje, unos 23 kilos, regresamos al lodge bastante decepcionados. De nuevo a esperar, ¡qué destino tan curioso! A las 12 alguien sacó un salchichón ibérico buenísimo y nos lo comimos.

Los que nos ayudaron een esta expedición:
-Tika, ayudante de cocina, nos llevaba el té a las 6 de la mañana y, poco después, tato pani (agua caliente) para lavarnos; se ha marchado ya a trabajar para otra expedición por el Alto Dolpo hasta Jonhson, de allí a Katmandú, donde está su familia y sus dos hijos. Se emocionaba al contarlo. Es una buena persona, muy trabajador y  amable, educada, servicial (no servil) y entrañable, le deseamos lo mejor.

-Hira, que parecía musulmán con su turbante en la cabeza y su paño rojo por encima del cuerpo cuando llovía, Era nuestro "porter", vive a 3 días de Jhupal, se ha ido también con otra expedición a trabajar. Un joven trabajador, fuerte, educado y simpático.

-El mulero se habrá ido a su casa, vive en el pueblo que está debajo de Jhupal.

-Barak, el otro ayudante de cocina, siempre agradable y cumplidor, también se ha ido a trabajar.

-Gomé, el guía, y Tarak, el jefe de los cocinenros, siguen con nosotros porque van a Katmandú para ver a sus familias. Los dos son muy buenos amigos, de la etnia Gurum, de la zona del Manaslu.

Tanta convivencia durante 18 días y ahora cada uno por su lado,,, no sé si los humano sabemos despedirnos, no parece que se nos dé bien medir la importancia que tiene cada persona que conocemos.


Hallazgos


Según los últimos descubrimientos realizados en varias regiones de Nepal y del Tibet, las altísimas montañas que forman la cordillera del Himalaya podrían ser restos arqueológicos, ruinas de pasadas civilizaciones que habrían logrado elevar sus edificaciones a alturas superiores a los 8.000 metros. Con su obsesivo apego a los glaciares, al viento y a la nieve, aquellos habitantes fueron olvidándose del mundo de abajo y, poco a poco, ensimismados en su helado cenit, sus corazones quedaron helados y desaparecieron.

Otros arqueólogos señalan que existen las mismas posibilidades para las grandes montañas de los Alpes, de los Pirineos, de los Picos de Europa y de otras cordilleras del planeta.

Que unas civilizaciones del pasado hayan logrado hace tantos cientos de miles de años alturas semejantes supone un desafío científico de primer orden y pone en serios aprietos a toda la geología, la biología, la arqueología, la antropología y la historia actuales.

Según estos estudios no deseaban el poder ni el dinero, ni la fama ni el éxito; lo que querían era dominar las alturas, las máximas alturas, para ver más lejos, no para conquistas a nadie.

Hoy, cuando nuestro edificio terrestre más alto apenas sobrepasa los 800 metros, estamos a tiempo de reflexionar sobre lo que significa construir hacia arriba y olvidar lo de abajo, sobre lo que supondría dominar las cimas olvidándonos de la base de todo.

Si la tesis es correcta, los montañeros, los alpinistas y los himalayistas se convertirían en escaladores de edificios, en aficionados a la arqueología vertical y, en vez de denominar cresta cimera a esa parte de la montaña que nos conduce a la cumbre, tendrían que denominarla alero, tejado o azotea.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-24

Día 24    Miércoles 22-8-2012

18ª etapa    Shhepka (2.660 m.)- Juphal (2.400 m.)

Si todo va bien mañana acabamos la expedición, aunque nos tememos retrasos para regresar en el vuelo de Juphal a Nepalgunj y desde allí a Katmandú. Según nos dijo el guía llevan cinco días sin salir vuelos desde Juphal. Veremos lo que sucede y esperemos que nos ocurra lo mismo que desde Nepalgunj para venir al Dolpo.
Ha llovido por la noche, ahora al amanecer el río sigue pareciendo una catarata incontenible, los pájaros emiten sus cantos-chirridos, las chicharras su eléctrico y vibrátil sonido, tal vez sean monos ahuyadores... entre todos componen una atmósfera de tensión en esta jungla, en esta especie de selva de árboles altísimos que estamos atravesando.

Es todo un espectáculo contemplar cómo desmontan el campamento de los surcoreanos, parecía el mejor material de acampada, pero esta noche a una tienda le pusieron un plástico encima.

El descenso ha sido larguísimo y cansado. Al final hemos llegado al río que viene de Dunai, al punto de partida, y hemos subido a Jhupal. Llegaríamos a las 4 de la tarde.
Por desgracia tenemos a un grupo de 20 franceses que han llegado antes (y no olvidemos que llevan cinco días sin salir aviones de es te aeródromo.

Como novedad, hemos dormido en una habitación en el lodge.

Querido Heráclito: los ríos no se paran a pensar (a no ser que piensen moviéndose, fluyendo, como los del Himalaya)

Querido Parménides: las montañas se paran, pero no parece que se hayan parado a pensar.

Después de hacer este largo viaje sabemos que las montañas se comunican entre sí a través de las nubes; las llaman, las seducen, las entretienen y les dicen lo que deben transmitirles a las montañas vecinas e, incluso, a las de cordilleras más lejanas. Así deciden cuando debe quedar todo cubierto o nublado o cuando puede estar despejado y celeste.
La montaña más alta propone a las otras ochomiles la dirección de la nieve y las ráfagas de viento, las cortinas de niebla y las nubes que han de ocupar todos los valles, también la lluvia que ha de caer por la tarde.
Pero lo más importante se decide entre ellas, cuando se ponen de acuerdo, se cuentan entonces sus epopeyas y las bendiciones de las alturas y de la ausencia y escasez de oxígeno y de seres humanos.
A veces se ponen poéticas, trascendentes, y se sienten importantes, se creen símbolos de todo lo más elevado y llegan a creer que las vidas de los humanos no es mucho más que una pequeña elevación móvil que va a dar a las montañas, no al mar, y que en ese ascenso algo deben aprender.

"La detección del bosón de Higgs"




Faustino López. "La detección del bosón de Higgs".

Escultura cinética apoyada.
Noviembre de 2012. 78 x 47 x 45 cms. aprox.
Técnica mixta: base de madera, círculo de zinc y círculo de cobre (acelerador), muelles de hierro, plásticos de colores (trayectorias y trazas de las partículas), alambre galvanizado, varillas de acero inoxidable, bolas de madera (partículas).

Se intenta representar mediante un círculo metálico el acelerador de partículas del CERN, los dos grandes detectores ATLAS y CMS, así como las colisiones y las trayectorias de las partículas que se originan en esos momentos; también mediante esas líneas de plásticos de colores se sugiere el hecho de que esas partículas son inestables y fluctuantes, difíciles de detectar y conocer.



Regalo para el físico de partículas, profesor de Física en la Univ. de Oviedo, Javier Fernández Menéndez, por su conferencia sobre la detección del bosón de Higgs para los alumnos y profesores del IES La Magdalena, Avilés, Asturias.

http://ieslamagdalena.com/images/stories/Filosofia/img_0709.jpg

martes, 27 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-23

Día 23    Martes 21-8-2012

17ª etapa    Ringmo (3.820 m.)-Shhepka (2.660 m.)

El estruendo del río que surge del lago Poksumdo se ha escuchado toda la noche, es tan potente que casi me impide dormir. Ayer, en la cola del lago, todo era remanso y paz, y leves sonidos de olas.
La luz planea con una elegancia exquisita sobre el agua, no puede existir un amanecer de mejor categoría.
El lago Poksumdo es emblemático, encajado entre altísimas montañas, con ese color turquesa cristalino, parece el emblema de la pureza y de la serenidad, de la quietud y de la permanencia dichosa. Pero el río que sale del lago pasa de llevar agua lenta y calmada a aguas tormentosas, como si detectasen la gravedad y los inmensos descensos que les esperan.
Quien observe el lago no podrá creer que da origen a un río tan torrencial y poderoso; los que lleguen desde el Sur y hayan visto primero el río de montaña y las cataratas, no podrá creer que se origina en un lago tan plácido.
Siempre llenándose y siempre vaciándose al mismo tiempo, el mismo destino que los humanos, hacerse y rehacerse y deshacerse, acumular y eliminar, vivir y descansar.

1-LA BELLEZA en un día muy largo.
Parecía que nos despedíamos de Ringmo y del lago Poksumdo, pero su color azul turquesa nos ha acompañado media jornada, por el largo y fascinante descenso del río Poksumdo.

2-LAS CATARATAS

Cuando llegamos al ruido, al rugido de la cascada, de casi 200 metros de altura, no vemos nada, todo está envuelto por la niebla. Nos sentamos a esperar en una especie de mirador-habitáculo hexagonal; en una hora se ha despejado y se despiertan todas las maravillas, se deja ver el río embravecido y de color azul, se muestra poco a poco la catarata, la ladera de enfrente, las montañas de 6.000 metros nevadas, un pueblo de postal abajo, con su camino y su río. Como una miniatura de un mundo perfecto, sólo por ver todo esto el viaje está más que justificado.

3-EL LARGO DESCENSO
A pesar de haber parado a comer, el trayecto se ha hecho muy largo, hemos llegado a las 5 de la tarde. Nuestro río azul se ha unido a otros ríos con el agua más gris y ha ido perdiendo su color peculiar, se ha cargado de sedimentos. pero no ha perdido fuerza, más que un río parece un dios furioso que quisiera llevar toda el agua del mundo por un desfiladero estrecho. Titanes alocados diseñaron esta manera en la que desciende el agua, no hay fuerza racional capaz de vencer este ilimitado proyecto de la naturaleza en el Himalaya.

4-EL RÍO (SULI CAT RIVER)
Las nubes generan unos arroyos casi verticales que van confluyendo y ocupando sus cuencas de erosión, se van uniendo y así van formando ríos potentes, caudalosos, salvajes, indómitos, imposibles de controlar.
Los puentes parecen efímeros, nacen con la certeza de su caducidad, como las rocas y las paredes de los desfiladeros que se van erosionando todos los siglos durante días, la Tierra entera es una esfera en tantas partes como estos ríos quieran.
Llegamos a Shhepka y nos espera casi un camping europeo, flores, un césped segado, muros de piedra, las mulas en esta ocasión no pueden acercarse. Hay otro grupo que parece que está estrenando todo el e quipo: tiendas, colchonetas... son surcoreanos que disfrutan de un viaje de lujo, cenan en la tienda grande con su dosis de elegancia. No es como nuestra expedición, que perdió su tienda-comedor el 2º día.

5-EL JUEGO
El río hace lo que quiere con las rocas, las piedras y la tierra, y juega a colocar en posturas inverosímiles a los troncos encima de rocas situadas en medio del río. Es como si la fuerza del agua nos estuviera avisando de lo que es capaz.
Jugar, a destruir ya  construir, como el niño de Nietzsche, con absoluta inocencia e irresponsabilidad, con la ventaja que da saber que el que vive, camina o pasa por esos desfiladeros ya sabe cuál es su sitio y cuáles son las precauciones y los cuidados.
Estamos a 2.66o metros de altura, como el Torrecerredo en nuestros queridos Picos de Europa.

6-LA JUNGLA
Parecía una selva, una jungla salvaje, como si hubiese monos aulladores, aunque son chicharras creando un ritmo eléctrico y nervioso que parece una secuencia de tensión de una de las películas de "Parque Jurásico".

Cenamos en el interior del lodge (hotel). El camping parece asturiano, maíz, manzanas, lluvia, humedad, flores...




miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-22

Día 22    Lunes 20-9-2012

16ª etapa     Poksundo River (3.820 m)-Ringmo-Poksundo Lake (3.820 m.)

Con razón Nietzsche estaba enamorado de las alturas y de las altas montañas. Cuando casi nadie esquiaba ni escalaba ni apreciaba la nieve, cuando no había estaciones de esquí ni turistas molestos, cuando no había telesillas ni telecabinas ni funiculares, Nietzsche pasaba algunos meses del verano en Sils María, en la Alta Engadina, lo que hoy es St. Moritz. No es extraño que dijese en "Así habló Zaratustra" que se encontraba a dos mil metros sobre el nivel del mar y a muchos más sobre los  asuntos humanos. Esa era su gran tarea filosófica.

Ha llovido toda la noche, para variar, pero hemos dormido mejor a menos altitud y sin el ruido de todos los ríos. Despertado, abrir la tienda y ver el lago Poksundo es un placer superlativo de primer orden, el color turquesa, las montañas que lo rodean, un tronco varado en la playa de piedras pequeñas, una roca, también algunos árboles inclinados hacia el agua. Es como un lago zen exacto; si existiese la perfección estética debería estar cerca de este lugar en el que nos encontramos.
Llueve sobre el lago, se producen pequeñas ondas concéntricas que se van ampliando; una ligerísima brisa produce unas pequeñas olas. El reino de la serenidad debe ser este. Y eso que sólo vemos la mitad de las  montañas, la parte superior ha elegido las nubes y la niebla para protegerse. No merecemos del golpe toda la belleza.
Abetos verticales, abedules que se inclinan sobre el agua como narcisos, somo seres enamorados de los espejos de altura.
Durante estos días he estado leyendo "El leopardo de las nieves", de Peter Mathiesen, que se perdió con un equipaje cuando se cayó la mula; nuestra motivación para venir aquí. "Historia menor de Grecia", de Pedro Olalla, una manera originalísima de entender la literatura y la historia. "La playa de los ahogados", de Domingo Villar, una novela policíaca ambientada en Galicia. Toda una búsqueda en espiral para alcanzar la verdad. Ahora tengo en mis manos el pequeño libro "Inglés para viajar", al que no hago mucho caso; no logra interesarme ese idioma tan necesario. En el próximo viaje llevaré más libros y más sonrisas.
Como decía Miguel Hernández, "no perdono a la vida desatenta", de ninguna manera.
menos de cuatro horas, con paradas, fotografías, descansos y descalzarnos para pasar un río, todo eso para
llegar a Ringmo, que también se encuentra a la misma altura, en el lago Poksumdo.
El camino es complicado, sube muchísimo sobre el nivel del lago para salvar paredes casi verticales y desde las laderas se descubre un paisaje delicioso y perfecto que no disminuye por la lluvia ligera que cae, ni por la niebla que nos impide ver las cumbres.
El lago es de origen glaciar, con un color azul-verde turquesa tan especial que casi parece pintado entre las montañas, de las alturas vienen arroyos que casi caen verticales. Cuando se lleva casi la mitad del camino se ve Ringmo y el monasterio, todo tan perfecto y tan bien situado en su sitio por la naturaleza que parece imposible mejorarlo. Al llegar a Ringmo nos damos cuenta de que la pequeñísima población podría mejorar en la recogida de basuras y que todavía les falta algo para ser como Suiza.
Dicen que el lago tiene 200 metros de profundidad, pero más que un valle inundado entre montañas parece que las laderas de las grandes montañas comienzan en sus aguas, que flotan, que se colocan con cuidado a su lado para nacer con calma.
Ese color azul-verde turquesa que tanto nos gusta parece que irradia de su interior, con una iluminación propia, una especie de radiación estética (no peligrosa ni radiactiva) de primer orden.
Por la tarde fuimos al monasterio  budista de la secta "bom" y estaba cerrado; el lugar es espléndido. También dimos un paseo por el pueblo, entre lluvia; están construyendo más lodges (hoteles) y fuentes que sitúan a Ringmo como entrada del parque Nacional de Poksumdo.
Después encendimos una hoguera en una especie de "portal" que se hace para cocinar y dormir. Hemos cenado al lado del fuego. Más interesante.

Tampoco tengo hoy mucho más que decir, algunas palabras olvidadas, un rumor incesante de vitalidad y dos o tres ambiciones de esas que parecen imposible alcanzar. Sigue siendo imposible recuperarse de la belleza que se sitúa más allá de los límites.
Ahora sabemos que la geografía inventada es otra rama de la literatura fantástica, igual que la Filosofía; en cualquier caso parece que hay vida por encima de los lugares que podemos imaginar.

martes, 20 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-21

Día 21     Domingo 19-8-2012

15ª Etapa  Campamento base del Kang-La (4.850 m.)- Kang-La (5.378 m.)- Poksundo River (3.820 m.)

Lluvia y frío toda la noche.
Muchas cosas han tendido que hacerse bien para que haya madrugado como todos los días. Llega la luz, escasa; la lluvia no para, el frío está presente, se nota la altura, ya nos apetece subir al Kang-La y bajar hasta el lago Poksundo.
La noche ha durado un mes, lluviosa, obscura, como si no quisiera terminar; fría, húmeda, alargada, como si quisiera vencer al día.
Me gusta más la luz que esa tiniebla periódica.

1-SUBIR
Salimos a las 7,45 de la mañana, lloviendo, desde 4.850 m. hasta el paso del kang-La, a unos 5.400 m., en apenas dos horas. Deja de llover, pero la niebla sigue pegada a las laderas de las montañas. El esfuerzo de subir es colosal, parecía que nos faltaba aire, como una especie de insuficiencia respiratoria o de asma circunstancial.Unos agotados, nuestro biólogo naturalista adelante, más fuerte.
es nuestra ascensión más alta en el Dolpo y en el Himalaya, nuestra máxima altura y ¡pudimos hacerlo!, ¡somos unos campeones!, humildes, pero campeones.

2-PIEDRAS
Colocamos algunas piedras en los altares budistas de las banderas y cogemos algunas piedrinas de recuerdo para los que nos pidieron simplemente una piedra.

3-BAJAR
La bajada es extraordinaria y bastante fácil, un inmenso pedrero algo húmedo por la lluvia, nos permitió bajar 400 m. en pocos minutos. Nos cruzamos con un grupo de 3 coreanos del sur que ascendían.
El Kang-La es más fácil viniendo de Shey Gompa que de Poksumdo, son unas subidas estremecedoras desde el lago.
La bajada se ha hecho larguísima y tendida, valles, ríos, un desfiladero tormentoso, peligroso y atractivo; tuvimos que descalzarnos siete veces para cruzar el río, Los pobres pies acaban agotados y fríos de tanto descalzarse. Nadie quiere imaginarse esto subiendo, ya que es un descenso tremendo.
Comemos cerca del río Poksumdo, pero todavía nos faltan dos horas de camino hasta la orilla del lago.

4-LLANEAR
Lo que deberían haber sido seis horas (según la última expedición de Gomé), han acabado siendo 9,5 horas. Hemos tenido que descalzarnos de nuevo, cruzar el río, poner piedras y troncos para cruzarlo. Impresionante.
Nos hemos adentrado en valles perfectamente alpinos, altísimos, llenos de vegetación (coníferas y abedules). Hemos tardado mucho en pensar, improvisar y cruzar tantos pasos del río.
Al lado tenemos la cordillera Kanjiroba Himal y se ven 3 glaciares maravillosos. Al final, bastante cansados, llegamos al lado del lago Poksumdo, acampamos y nos relajamos.

5-TOTAL
De 5.400 a 3.800 metros, hemos descendido 1.600 metros de altura. Todo un alarde. Uno de los días más espectaculares y hermosos. Aventurero e impactante.
Bajaba tarareando durante horas la música de Bach, Haendel, Vivaldi, Amancio Prada... Ya casi tenemos ganas de sentarnos en una silla, en un sofá y escuchar música.

6-LAGO POKSUMDO
El lago está a 3.820 metros de altura, es más que un lago alpino, sus aguas son de color azul turquesa (al parecer se debe al hielo derretido de los glaciares). Se encuentra entre montañas poderosas que caen casi en vertical sobre las aguas. Todo un espectáculo sublime. Es impresionante.

7-LLUVIA
Y ahora nos llueve, como casi todas las tardes.
Espero dormir aquí mucho mejor, a menos de 4.000 metros, "en esta apartada orilla" del lago Poksumdo sí se respira mejor. Pero lloviendo, nadie es perfecto.
hemos cenado muy bien, como siempre. Este cocinero, a media luz, de rodillas, en el suelo, en una tienda de campaña, es capaz de hacer sopa de ajo, puré de patatas, salsa, pimientos al vapor y empanadillas con arroz y vegetales. De postre peras en almibar.

martes, 13 de noviembre de 2012

Geografía


Gracias a las autoridades geográficas se logró restablecer el orden después de aquella repentina aparición del caos. Los primeros en detectarlo fueron unos montañeros que cada mañana se encontraban rodeados por montañas diferentes a las de la tarde anterior, con ríos o desiertos distintos, con tiempos atmosféricos cambiantes.
De aquel desorden ya sólo queda por controlar esa sabia y repentina afición de las nubes por ser salvajes, irracionales e incontrolables.
Los viajeros podían estar tranquilos, los que acampen cerca de un paso de montaña como mucho pueden amanecer en otro situado a cientos de kilómetros.
Los expertos están intentando resolverlo.

El Himalaya y otras alturas superiores-20


Día 20    Sábado 18-8-2012

14ª etapa    Shey Gompa (4.420 m.)- Camp. base del Kang-La (4.850 m.)

A las 8,30 salimos de Shey Gompa y durante unas 2,5 horas vamos ascendiendo lentamente el largo y tendido paso del Kang-La. Acampamos a las 11 de la mañana más o menos, montamos las tiendas y empieza a granizar con fuerza.
El paisaje es precioso, las montañas parecen un caos de torsiones, estratos retorcidos y todo tipo de rocas (un paisaje parecido al del viejo oeste americano de las películas).
Acampamos cerca del antiguo circo glaciar, hay una cascada preciosa cerca y un río, como no podía ser menos.
Es curioso, aunque llueva o granice no se pierde toda la visibilidad, se siguen divisando las cumbres de cinco mil metros.
Creo que estamos cansados, como si estuviéramos midiéndonos en el límite de la resistencia física y mental. Alguno está más fuerte y animado.
Comimos en la tienda grande, que es la de la cocina y el lugar donde duermen y donde juegan a las cartas.
Esperamos que, a partir de mañana, ya todo sea descender y descender y podamos sentirnos menos cansados y respirar mejor.
Parece que todos los días nos llueve, sobre todo por las tardes. En esto no tenemos suerte.
Paró de llover y salimos a observar animales, marmotas, bharales. Con los prismáticos y el teleobjetivo se ve todo muy bien. Vuelve a llover y regresamos a la tienda. Ahora tenemos una tormenta encima, llueve con ganas.

Si nos involucráramos en cada día, si fuera hoy y no ayer ni mañana, si pudiéramos salir de nuestra modesta conciencia para situarnos mucho más arriba, como si saliésemos del valle y ascendiésemos a las montañas para ver siempre montañas más altas, inaccesibles tal vez, pero existentes; es posible que inviables, pero reales. Pero entre la falta de oxígeno, la altura y algún leve desarreglo intestinal, parece que no estamos al 100% de nuestras posibilidades.
Se ve que los límites del cuerpo están claros, no tanto los de la mente. "Claridad y distinción", decía Descartes; sí, pero claridad y distinción para qué, para entender, para solucionar, para sobrevolar, para ver como si fuese la primera vez.
Omphalos, el ombligo del mundo, el centro de la vida, lo que debes cuidar y atender cada día, a lo que debes dedicar tus mejores sonrisas.

Es dura la vida de estas personas que nos ayudan en la expedición del Dolpo. Muchos de ellos llevan chancletas en los pies a 5.000 metros de altura; se mojan, se enfrían. Hace unos días el mulero se puso enfermo, hoy uno de los ayudantes de cocina, que también es porteador. Duermen seis en una tienda grande que tiene alguna gotera, por la mañana sus colchonetas están algo mojadas.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo; en Katmandú, la capital, el hacinamiento y la suciedad son abundantes. Aquí, en el Dolpo es como si no conocieran la rueda, todo se transporta en mulos o sobre las espaldas de los porteadores, sean piedras para construir, leña para el fuego o cualquier producto comercial.


lunes, 12 de noviembre de 2012

El Himalaya y otras alturas superiores-19

Día 19   viernes 17-8-2012

13ª etapan   Shey Gompa (4.420 m)

Día de descanso en el que no movemos el campamento., visitaremos un monasterio c ercano, el Tsakang Gompa.
El día está soleado y frío. A las 6 se ven perfectamente las montañas, después se levanta la niebla. Es un clima compliacdo, variable, duro y difícil.
Sobre las 8 de la maána nos vamos los 3 con Gomé, Tika (ayudante de cocina) y el mulero hasta el monasterio, situado a unos 300 metros más alto que nuestro campamento.
Gomé y el mulero dan la vuelta a mitad de recorrido y nosotros seguimos con Tika hasta el collado (4.900 metros) de la Montaña de Cristal. El paisaje es espectacular, la colección de valles, montañas inmensas, ríos y desfiladores es más que impresionante. Hacia el Norte están las montañas de Tibet-China y al Oeste se adivinan los Kanjiroba, que no se dejan ver envueltos como están por la niebla y las nubes.
Para un aficionado a las montañas esto es el Paraíso elevado al cubo.

Vemos a un lama y a 12 personas más completar la vuelta a Cristal Mountain, debe ser una preparación ritual para el festival budista del día 27. la verdad es que la Montaña de Cristal parece que se puede subir, es como nuestra Peña Rueda (en Asturias) a lo grande. Desde el campamento habría que subir unos 1.200 metros.
Vemos una marta con un ratón que había cazado, marmotas, buitres del Himalaya, yacks y cabras.
Comemos, descansamos.

La leyenda popular dice que el enclave-lugar del monasterio Tsakang Gompa se debe al vuelo de un lama desde la Montaña de Cristal. Todos las religiones usan y se aprovechan de la belleza natural, el paisaje espectacular, los desfiladeros, las cuevas... como valor añadido a sus creencias; así se consigue más éxito, Algo parecido se hizo en Covadonga y en Montserrat, se eligieron  enclaves parecidos.

Reposamos mientras vemos a los cocineros preparar un cabrito que ha comprado Gomé, lo han despellejado y han preparado una cena gloriosa. Como siempre, y de primero, una sopa de ajo; de segundo cabrito con arroz blanco, verduras y salsa "dal" (de alubias, es algo picante). De postre peras o manzanas asadas.
 
Tal vez no se necesite mucho más que una choza de piedra, una fuente cercana, una huerta pequeña y unos animales domésticos. Y saber contemplar el paisaje.
La noche se nos está haciendo larga, prolongadísima e insufrible, es como si no quisiera amanecer.
Imagino un valle o un pueblo en el que la noche se prolonga, no aparecen los días y las luces huyen, pero no por causa geográficas, no por la cercanía al Polo Norte o al Sur. la perplejidad sería inmensa.

Namasté (saludo en nepalí).
Tasí delé (saludo en tibetano).

Los dos días en Shey Gompa hemos visto a una niña de unos 8 años llevando a la espalda a su hermano pequeño, de unos 2 años, envuelto en una tela. Si les dábamos algo lo primero que hacía la hermana mayor era compartirlo con el pequeño. Todo un ejemplo. Otro niño de 12 años no va al colegio porque está trabajando en la tienda-bar donde tomamos la cerveza y el té. Se encarga de  ir por leña al monte, de lavar las tazas y siempre sonríe...

El Himalaya y otras alturas superiores-18

Día 18   Jueves 16-8-2012

12ª etapa    Nangung (4.600 m.)- Paso del Gela-la (5.116 m)- Shey Gomoa (4.420 m.)

Salimos como siempre, después de levantarnos a las 6 y de desayunar; a las 8 emprendemos el ascenso del largo y tedioso paso del Gela-la. Lo que se ve es precioso, pero la niebla y las nubes a 5.000 m. nos impiden ver parte de la gran cordillera del Himalaya poblada de cientos de seis miles y siete miles.
Los riachuelos cada vez tienen menos agua, a más altura más pequeño es el arroyo; muy arriba, a 5.100 metros, se hace el silencio, el agua comienza a salir de las montañas más abajo, destilada entre rocas y tierras empapadas por la lluvia.
Descansamos un poco, hacemos fotos; el guía, Gomé, nos ha invitado a una buena cantidad de frutos secos que nos ayudarán también en el descenso. Comemos a media bajada hacia Shey Gompa; es todo un lujo descansar mientras los cocineros nos preparan la comida. Son encantadores y hacen muy bien su trabajo.
Cuando terminamos de comer se pone todo gris y se oye un trueno himaláyico, grandioso y potente. Va a empezar a llover y comienza a granizar; más tarde y más abajo lloverá abundantemente. Llegamos a las 2 de la tarde a Shey Gompa, lloviendo y bastante empapados. Se montan las tiendas, parece que quiere salir el sol y parar de llover.
Shey Gompa es un monasterio budista importante con unas estupas alrededor, y nada más. Eso sí, está enclavado en uno de los lugares más hermosos del Dolpo, con la Montaña de Cristal (5.563 m.)  delante y un poco más al NE -apenas se adivina la nieve entre la lluvia- los famosos Kanjiroba Norte y Sur (6.861 y 6.883 metros).
Cada año los budistas del Dolpo celebran en agosto un festival-fiesta budista, este año toca celebrarlo en Shey Gompa a partir del 27 de agosto. Ya están llegando personas que van acampando en el valle en grandes tiendas de campaña de estilo militar.
Hemos visto, situados sobre unos arroyos, unos molinillos de oración que giran constantemente movidos por la fuerza de las aguas y, de paso, rezan, oran, giran, fluyen...
Vemos a dos lamas que mañana piensan caminar para dar la vuelta completa en torno a la Montaña de Cristal, son unas 14 horas, pero no tienen pinta de ser muy atléticos.
Llueve, hace sol, se ven las montañas, no se ven...
Hacemos la colada, damos un paseo por el monasterio, bajamos al valle donde se han instalado ya unas 10 tiendas grandes de campaña; en una de ellas está Gomé y nos invita a un té nepalí-tibetano, como una infusión. En 18 metros cuadrados hay música, hornillo, la señora que atiende, estanterías con un poco de todo, alfombras para que se sienten los clientes...

La Biblioteca de piedra

A lo largo del Dolpo hemos visto cientos de miles de estelas de piedra con oraciones, dedicatorias... formando todo el conjunto la mayor Biblioteca de piedra del mundo. Los nepalíes, atentos siempre a lo cambiante y a lo impermanente, llenan sus casas, estupas, monasterios y pasos de montaña de banderas de oraciones, de molinillos de plegarias, movidos por la mano, por el agua o por el viento; también están atentos a lo permanente y a´si graban en piedras una sugerente, amplia, abundante y dispersa biblioteca que parece imposible recomponer porque también se fragmenta, se erosiona, se rompe o queda ocultada por una nueva piedra a modo de una nueva página de un libro que desea regresar al equilibrio.
Este conjunto de estelas de piedra componen, en un alfabeto y lenguaje comprendido por ellos, una de las más hermosas e inútiles dedicaciones humanas.