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domingo, 1 de septiembre de 2019

Las Islas Nómadas-X


6101-6200

Las islas superiores están superpuestas unas sobre otras. Son circulares, círculos perfectos y, además, son homocéntricas. Parecen sacadas de una enciclopedia escheriana y platónica más que de un atlas geográfico general.
Cuando repasamos lo que dan de sí las islas se entiende la necesidad de haber creado estas tan elevadas. No se sabe quién ni cómo ni por qué se descubrieron, se crearon o se inventaron, pero lo cierto es que ahora son necesarias. Todas las demás islas son fragmentos, pedazos sueltos de lo que pudieron haber sido si hubieran dejado hacer a la bondad, a la belleza, a la nobleza, a la ejemplaridad, a la verdad y a la gratitud.
Los mejores edificios de la Tierra, empezando por el Panteón de Roma, recuerdan con sus círculos superiores abiertos que aspiraban a divisar la isla Superior. También se recuerda en forma de cúpula, de plazas circulares o de atolones perfectos.

En la Isla del Sueño  se pueden y se deben escribir y leer todos los libros a la vez porque todas las letras forman palabras, todas las palabras forman frases y párrafos con sentido y todas las páginas pueden componer una obra. Todas las obras deberían descifrar el mejor sentido.
En esta isla se pueden vivir todos los días a la vez, todos los minutos tienen interés, todas las horas tienen vigor y vitalidad, todos los días forman parte del tiempo a través del espejo.
En el sueño imaginas todas las casas a la vez, puedes vivir todas las vidas a todas horas en todas partes, ya no eres limitado como en la realidad.




6201-6300

Los habitantes de la isla Saludo conocen desde hace siglos los rituales de acercamiento, saben que nada se da de inmediato y que todo lo que no se cuida desaparece. La vida en esta isla consiste en vivir cada día con su gracia y sabor, en acercarse a la alegría con prudencia y en saludarse como si todos fuesen poetas, santos, artistas o filósofos.
Todo el mundo es respetado en Saludo, todos los ciudadanos conocen los límites de su voz y de sus gestos; por eso no admiten más poder que el que ellos mismos eligen y no admiten corrupciones, mentiras, estafas, cinismos, hipocresías y santas desvergüenzas. En esta isla, también llamada Utopía, no admiten a los drogadictos del poder, a los adictos al gobierno, al éxito y al dinero, a los poderosos incurables, a esos seres despreciables que solo piensan en ascender, mandar y ostentar.
Son conscientes de su propia dignidad, se respetan y viven su vida como si todo fuera posible.

En la isla  de Voltaire el respeto y la tolerancia son signos de civilización.

La realidad superpuesta se amplía en todas las direcciones y en todos los sentidos.


6301-6400

“Los que van por ínsulas extrañas” son los pioneros exploradores, vanguardistas, siempre en peligro, siempre sorprendiéndose y admirándose de las maravillas que aparecen.
Y el caso es que no hay otro remedio que ir por ínsulas extrañas, las conocidas ya están visitadas.

En la isla de Bernini el movimiento está a punto de manifestarse y de estallar. De Bernini a Calder solo hay un paso.


6400-6501

La isla Actualidad solo existe ese día. Y ese mismo día queda desfasada.
La isla Eterna existe siempre. Y esa misma infinitud la deja anonadada. La eternidad es demasiado pesada para nosotros, pobres viajeros en el tiempo. ¿Quién podría sostenerla, quién sabría soportarla?

La isla  de la Serenidad está despojada de niebla y de adversidades, si llegan está preparada para soportar y aguantar todas las inclemencias.


6501-6600

Islas son también los Picos de Europa, los Pirineos, los Alpes, los Andes, los Himalayas y todas las montañas de más de dos mil metros.
Isla es lo que alguien destaca y llena de color porque el resto desaparece o pasa a un segundo plano o se desvanece o se hace directamente inexistente.
Las islas son los momentos que hemos seleccionado.
Las islas, lo que emerge y sobresale por encima de la superficie de las nubes, de la tierra, del cielo. Las que sitúan a la altura del aire, las que existen en la medida de lo imposible.
Las islas que no hablan demasiado conservan todas sus palabras y las ponen a disposición de los viajeros.

La isla de Stendhal y la de Marcel Proust están muy cerca, todas las montañas están muy cerca, todos los montañeros son el mismo esfuerzo, la misma ambición, la misma verticalidad, el mismo dios que aspira hacia arriba.


6601-6700

El archipiélago a veces es el preludio de la Isla que hay que adivinar y divisar. La Isla que ha logrado seducir y convencer al mar para que la rodee y la abrace.
Todas las islas están inventariadas, todas las islas son inventadas. Las islas y las verdades también se inventan (Antonio Machado), los poetas también se inventan y los poemas y las palabras… todo.
Las islas son el resultado de todo un proceso de composición, recombinación y descomposición.

La isla  de Garcilaso es sutil y delicada, vive la poesía amorosa como si fuese el Bien necesario.
Hay islas renacentistas y barrocas y, en todas ellas, se puede ser amigo de los amigos y de la verdad más bella, pero lo más honesto -como decía Aristóteles- es preferir la verdad.
Se podría añadir que lo mejor es preferir la bondad y la beldad.


6700-6800

La isla vertical tiene 7.771 metros de altura y sus acantilados, absolutamente verticales, aunque parezca imposible, tienen todavía una altura mayor.
Lo que es imposible en esta isla es acertar con lo que se debe hacer.

En la isla de Galileo se han dado cita todos los péndulos y todos los planes inclinados, aquí residen también Aristarco de Samos, Ptolomeo, Copérnico, Kepler, Newton, Einstein y otros físicos del mismo talento.
Se sabe que esta isla abarca todo el universo, que aquí todo lo que sucede ha de cumplir las leyes que ellos han descubierto y, si no lo hacen, peor para los hechos, sucesos y acontecimientos. Porque  es sabido que en el continente racional lo que se demuestra es tan exacto y se cumple con una exactitud de miles de decimales que perturba al más escéptico.


6801-6900

En la isla Hiperbórea todos los que llegan empiezan a crecer de inmediato hasta alcanzar alturas insospechadas, inverosímiles e inimaginables. No es fácil adaptarse a la situación. Crecer y seguir siendo el mismo que eras no permite coordinar ni encajar bien todas las articulaciones.
Si te acercas a la isla de los Bienaventurados atrévete a flotar, a volar, a bailar, sigue la órbita de los anillos de Saturno, embriágate y contempla todo lo que se ha hecho bien en la materia, en la energía y en la inmensidad del cosmos.

La isla de Venecia ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Hiperhumanidad por la Confederación de Paraísos Cósmicos Intergalácticos.
Sabemos que Venecia es imposible y, por eso Marco Polo busca otras ciudades y se las cuenta a Kublai Khan, Italo Calvino escucha atentamente estas conversaciones e intenta hacerse una idea de todas las posibilidades que ofrece viajar y conocer tanto si uno es un viajero intrépido e inteligente.
Sabemos todos que Venecia no existe y que, cuando Fabiano y Ángel la visitaron, estuvieron de acuerdo en que algo así, tan directamente irreal e improbable, no debería existir ni ser materialmente de piedra y ladrillo, que debería haberse construido de nieblas ensambladas con sueños, de vapores de la laguna unidos al encanto de la vida que nunca muere en Venecia.


6901-7000

En la isla Música suena la Esperanza y se dan cita las islas Alegría, Entusiasmo, Vitalidad, Ritmo y Felicidad. Casi todos los que visitan esta isla desean quedarse a vivir en ella.
Cuando todo sale bien son las islas Bienaventuradas las que van a visitar a los seres más humanos que se hayan preparado convenientemente. Ellos las llaman Musas pero, en realidad, son las islas Apropiadas, las más indicadas para descubrir todo lo que debe ser contemplado en silencio con el máximo respeto y como con una reverencia.
Hay quien les niega a estas islas perfectas cualquier virtud y mejora para el espíritu humano, sostienen que llenan la cabeza de idealismos, aves, sueños, pájaros, mariposas y quimeras y que no van a producir a la larga más que melancolía, desilusión y desengaño. Razones no les faltan, más bien les sobran; lo que les falta es agradecimiento, gracia, gratitud áurea, benevolencia y cierta soltura para ser algo más que un obstáculo sólido para el desarrollo humano de las islas Encantadas.

En el Mar de las Alegrías están desterradas todas las tristezas, pretenden que en su gran abrazo se diluyan, que se disuelvan en nada, que lleguen a una inexistencia perfecta.
En el Mar de las Alegrías se necesitan mil espíritus inundados de Nietzsche, de Lorca, de Walt Whitman, de Neruda, de Platón, de J. S. Bach, de Calder, de San Juan de la Cruz y de otros artistas del reino del delirio para mostrar su riqueza y extraer un pequeño kril poético de su inmenso abrazo marino.
En el Mar de las Alegrías las islas cantan, los barcos flotan, los amores son eternos y los viajeros no perciben el paso del tiempo porque no hay tiempo en la alegría, no hay transcurrir en el gozo.




7001-7100

Las islas giran en todos los sentidos, sean horizontales, verticales o con cualquier inclinación; lo que hace especialmente difícil conocer tanto su naturaleza como su composición y estado.
A veces se muestran como islas de las columnas, a veces aparecen como auroras. Lo cierto es que hay tantas islas como horizontes y que la isla del viento está donde quiere, el viento sopla como el espíritu y se multiplica.
Las islas se siguen unas a otras y podrían contarnos sus anécdotas. Por eso hay una isla múltiple, la isla que sigue al Ser a todas partes y persevera.
Otra cosa muy distinta es conocer la forma y la intención de las islas, sobre todo cuando se han intervenido con tanto acierto como las Sorrounded Islands que los artistas Christo y Jeanne-Claude rodearon de un tejido de polipropileno rosa flotante.
Las islas no tienen fronteras, pero siempre hay alguna isla Problema, en la que llueve sin parar hasta que la isla se disuelve.

La isla de Haendel es aproximadamente un milímetro más pequeña que la de Juan Sebastián Bach, entre las dos islas forman la dimensión más amplia del Cosmos.
La música gira en todos los sentidos, el espíritu sopla donde quiere, la belleza aparece en cualquier parte, la alegría se sitúa por encima del dolor y del mal, la luz recorre todos el laberinto de espejos del que nadie recuerda entradas ni salidas de emergencia.
El torbellino inicial es el comienzo.


7101-7200

La isla Arte es la más anhelada, aumentar la belleza del mundo debería estar premiado con la inmortalidad.
La belleza es esa promesa que hemos esperado tanto tiempo, que ahora aparece de repente y, en una especie de epifanía elocuente, se dirige a nosotros como si no tuviera otra cosa mejor que hacer.
El arte, la belleza, la vida, tres personas distintas y una sola divinidad verdadera.

La Isla del Encuentro es la más apropiada para la supervivencia, en ella la luz se las arregla para crear recuerdos eternos que ningún deterioro neuronal podrá sumergir en el olvido.
Es la más adecuada para hacer posible que el mar y las montañas de miles de metros de altura convivan en el mismo abrazo.


7201-7300

Dicen que la isla Superflua sobra, que está de más, que es innecesaria, que repite lo que son otras islas, que no aporta nada nuevo, que es como todas, que no es original en nada, que muy bien podríamos pasar sin ella, que una isla menos como una hoja menos de un árbol no se notaría…
No han entendido nada, esto es todo lo que hay, ni una isla más ni una menos, ni un grano de arena de playa más ni uno menos, ningún átomo sobra, ningún electrón es innecesario, ningún quark encanto es superfluo, ni una sombra ni un paso ni una duda ni una vacilación, son, han sido, eran, han de ser necesariamente así…
La isla Necesidad es la misma isla Superflua, la misma isla Contingente, la misma Innecesaria, la misma isla Casualidad. La línea que une y separa azar y necesidad no existe, son una y la misma cosa vistas y pensadas desde distintos puntos de vista. Azar y azahar.

La isla de Nietzsche es la más inverosímil de todas las islas imaginables, en ella se dan cita las mayores vitalidades y las mejores contradicciones capaces de generar una estrella.
Si quieres saber lo que es la vida superlativa debes atreverte a explorar esta isla hasta sus últimas consecuencias. Que tu vida sea minúscula, concreta, particular, limitada, finita y débil no hace imposible que puedas adivinar parte del infinito que se alberga en cada uno de los espíritus humanos.
Como si se hubieran encontrado y mezclado Heráclito y Espinosa en el Jardín de las Delicias, como si alguien fuese capaz de trazar el mapa que componen todas las filosofías y fuesen ciertas a la vez y escondiesen cada una un punto de luz más poderoso que el de una luciérnaga que quisiera iluminar el universo entero, como si todos los esfuerzos de todos los humanos nos condujesen a la superación de nosotros mismos.
El más cultivado de los artistas filósofos, el más elevado de los filósofos artistas, el más poético entre los grandes admiradores de una humanidad que ha superado a los dioses monótonos. Como el gran filósofo que habita en el eterno retorno de los anillos de Saturno.
7301-7400

Las islas no tienen que justificarse, son, están ahí, existen, tienen toda la contundencia de lo que se impone y es evidente por su propio peso, y la rotundidad de lo que no necesita ser interpretado.
Hay observadores que han asegurado que las islas son aves y que todas las aves han sido islas. La teoría no está confirmada, pero no es descartable.

Esta isla, también llamada y conocida como la isla Calder o isla de Calder es la que les va indicando a Fabiano y a Ángel que sus investigaciones pueden llegar a buen puerto.
Para empezar la isla es tan móvil como cambiante, tan ligera como liviana, tiene vocación de ingravidez y no alberga en su interior ni un miligramo de maldad, ni de rencor ni de soberbia ni de resentimiento.
La isla se desplaza lentamente y a veces es roja, a veces azul, amarilla, negra o blanca. Cuando quiere flota y vuela, cuando lo desea descansa sobre su propia base, cuando duerme se eleva a las alturas y sueña que es una nube sin destino que puede ilusionar a todos los habitantes.
La isla está habitada por seres inocentes, niños que juegan sin miedo al futuro, como colibríes que coleccionan rutas para acercarse a las flores más hermosas.
Cuando todo sale bien esta isla es la mejor colección del mundo de arte cinético contemporáneo.


7401-7500

Las islas no son bacterias dañinas ni virus infecciosos, son ligeras incertidumbres que se han dispuesto al azar, como si dejasen su destino a su propio albur.
Las islas más raras son las islas Eolias, hijas del aire y del viento, no saben que los dioses apenas pueden hacer algo para que dure y permanezca la ilusión. Apolo es Apoliso y Apoloniso. Dioniso es Diopolo y Dionolo.
La isla Apolisa no se entiende, apenas se sostiene en el mar y ya se está cayendo, apenas flota y se mantiene como isla enmascarada.
La isla Dionolia sin embargo sabe lo que hace, se sostiene a sí misma, es una columna dórica vertical que surge desde el fondo del mar y solo se necesita a sí misma para ser, no molesta a nadie y apenas muestra el capitel-isla como la música que se renueva y no confunde. Nadie se ahoga en sus costas y en sus playas. Todo se sostiene.

La isla Invulnerable está rodeada de dunas, en su interior atesora el jardín tropical más frondoso. Está rodeada por el Mar de la Felicidad y, seguramente, esas aguas deben realizar algún que otro milagro.
Con una facilidad pasmosa pasa el tiempo, como si nada ni nadie le opusiera resistencia.
7501-7600

Nadie sabe ni conoce la fuente de la alegre juventud, nadie sospecha el origen de todas las palabras, tantas palabras que podrían nombrarlo casi todo, tantas desaprovechadas como islas abandonadas a la deriva, como mares abandonados a su suerte oceánica, como océanos plastificados de espanto.
La libertad de las islas móviles se corresponde con su agilidad para remontar mareas y corrientes, para reponerse del cansancio del incesante devenir del ser, para mantenerse a la deriva como si no importase nada, como si el rumbo fuese libre y ágil a la vez, predestinado e improvisado simultáneamente.
La isla Solitaria no aparece en los mapas ni ha sido fotografiada por los satélites más precisos. No hay manera de acercarse a tanta perfección.

En la isla del Reino de Polombia (isla conocida también como la isla de la Torre de  Babel porque en la antigüedad se construyó una torre elevadísima que llegaba hasta el cielo y que se ha ido erosionando un poco con el paso de los milenios) permanece solo lo mejor.
Ni Ángel ni Fabiano saben que se desplazarán todas las islas actuales, que se hundirán todas las que han conocido, que aparecerán otras nuevas y que solo una isla permanecerá, esta isla, la isla Polombia.



7601-7700

La última isla no se ha descubierto ni se ha formado todavía. Simplemente aparece a su antojo. Puro capricho.
Al final todas las islas desaparecen. Se disuelven en el mar y el mar se disuelve en islas de acero.
Las islas se disuelven y son provisionales, su destino es mantenerse siempre encendidas.
El archipiélago de las islas solubles se convierte en la solución de la ausencia. Algún día todas se disolverán, pero no todavía; los otros días no somos mortales y, por esos días sonrientes, mereceremos sobrevivir a todos los percances.
La isla de las simplificaciones, de las incoherencias, de las incompetencias, de las inconsecuencias.

A veces ninguno de los dos sabía explicar si la Belleza es una forma espléndida de la inteligencia y el orden o si es al revés, la inteligencia la que es una forma de Belleza neuronal.
Les pasa lo mismo con la Bondad, no saben si es una manera hermosa con la que se presenta la verdad o si, que también es posible, es la verdad una de las mejores manifestaciones de lo bueno y de lo bello.
Saben que lo están mezclando todo y que todo, de forma imprevista, aparece radiante. Como si se estrenase el universo sin maldad.


7771

En la última isla, también llamada isla de Johan Sebastian Bach, hasta los sonidos son esculturas aéreas y móviles, se descubre que todas las islas han sido creadas, formadas, hechas y elaboradas por un escultor.
Las islas son esculturas, esculturas móviles, nómadas, no definitivas. Son islas vivas, cambiantes, cinéticas, alegres, deslizantes como patinadoras seguras de su pericia.
Ahora Ángel y Fabiano saben que todas las islas son esculturas, que también lo son los continentes, que el mismo planeta Tierra es una hermosísima escultura esférica, como la Luna, los planetas, los satélites, los cometas y los asteroides. Escultura es el preciosísimo planeta Saturno y sus anillos y todo el Sistema Solar. Una valiosísima y gigantesca escultura es la galaxia Vía Láctea, así como los miles de millones de estrellas que la componen. Astronómicas e inacabables esculturas son los miles de millones de galaxias que conocemos, así como serían esculturas todos los cosmos, mundos, universos o multiversos que haya habido, existan o puedan llegar a ser reales. Desde las más humildes partículas elementales, desde los quarks con más encanto, hasta todo el cúmulo de totalidades del ser.
Incluso su humildad actual es un gesto de asombro escultórico. Entonces los anillos de Saturno se trasladan a la Tierra y se sitúan sobre las islas nómadas. Un anillo sobre cada isla. Una isla para cada esfera.























PRINCIPIO


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