Día 13 Sábado 11-8-2012
7ª etapa de expedición Dho Tarap (4.050 m)- Campamento base del Chang-la o Shang-la (4.750 m.)
Como siempre nos hemos levantado a las 6 de la mañana, a las 8 estábamos en marcha, recorrimos el valle de tarap y visitamos un templo muy interesante y bien conservado, estaba abierto y lleno de todos los objetos ceremoniales que, aquí, nadie parece robar.
Con un aire cada vez menos "oxigenado", hemos caminado unas 4,5 horas hasta el lugar del campamento. Hemos visto una comadreja, varias marmotas y un grupo de 13 bharales corriendo, descendiendo por el monte que subíamos, atravesando el río y ascendiendo por la ladera de enfrente.
La caminata ha sido agotadora, las subidas se notan, los 4.700 metros se notan.
La gran lástima es que siempre haya rastros de presencia humana, me refiero a los envases industriales de zumos, gominolas y latas de cerveza y de refrescos... realmente triste. Si alguien es montañero y sube a estas alturas y es capaz de dejar algo sucio es que no tiene la más mínima sensibilidad.
Comimos y seguimos cansados, cuesta respirar. Ahora descansaremos un poco.
Parefraseando a Rousseau podríamos decir que todo está bien en la naturaleza del Himalaya y que todo se estropea en manos del ser humano.
A las 16,30 queremos salir a una "espera" a ver animales, pero ha empezado a llover. El guía, el mulero y los cocineros están jugando a las cartas, nosotros esperamos a ver qué pasa.
Hemos salido con algo de lluvia y hemos llegado a 4.850 metros, como el Mont Blanc, pero aquí sin rastro de nieve o de hielo; en Europa a estas alturas hay glaciares perpetuos.
Algún bharal de lejos, una marmota y un paisaje grandioso, excepcional, ajeno a casi todo lo humano. Si alguien puede y si su cuerpo resiste, admirar estos lugares es un privilegio de un valor incalculable.
Llegamos cuando ya obscurecía y ya estaba preparada la cena en la tienda de la cocina, donde ellos duermen. A las 8, después de cenar, hemos regresado a las tiendas.
He recogido flores rosas y un edelweis que llevará la señal de su origen, a acsi 5.000 m. de altura, paso deChang-la, Alto Dolpo, Nepal, Himalaya.
Quería seguir la recomendación del "Juan de Mairena", de Antonio Machado, no se trata sólo de ver mejor, sino de ver lo mejor.
Está claro que se puede venir a Nepal para conocer esta naturaleza, los bharales, el leopardo de las nieves, las aves, las marmotas, los biólogos se aproximan perfectamente a esta grandeza.
Hoy, en la espera fría, a 4.850 m. de altura, aquí, al lado del Shang-la, en el Alto Dolpo, se puede meditar sobre el motivo de nuestra presencia aquí.
No es sólo salir de casa, viajar, conocer el mundo, es que esta naturalezamparece estar en el límite de lo imposible. Es la grandeza de lo sublime en estado puro, el poder absoluto de los ríos, valles y montañas cada vez más altas y resplandecientes.
Lo absoluto en la naturaleza, lo inacabable, el desafío de recorrer estas alturas, la belleza que se arriesga hasta superar todas las barreras de la normalidad.
A un romásntico, a cualquier ser excesivo, a un nietzscheano le tiene que gustar este reino de cimas, cumbres y alturas, este inabarcable mundo de catálogos de altas montañas, nubes, valles, erosiones... que parecen haber surgido de una gran explosión y todo sin apenas vestigios humanos.
Tal vez sigamos buscando indicios de inteligencia, de belleza y de sensibilidad en el planeta Tierra
El lenguaje secreto de los líquenes.
Algunas piedras a estas alturas del Himalaya se han llenado de unos líquenes que parecen transmitir un mensaje en un código secreto. A veces son rojos,a veces amarillos, siempre componen dibujos abstractos, algunas veces parece que quieren ser entendidos y componen letras sencillas o dobles. Es posible que a lo largo de todas estas montañas se esté componiendo el más bello de los poemas, pero no sabemos leerlo, no sabemos si deben seguirse los senderos, los ríos, las curvas de nivel, los valles o las marcas que dejan los bharales, tampoco sabemos si habría que interpretar el vuelo de las aves y anotar sus trayectorias.