Escuchaba hoy en la radio que, en una investigación criminal, el tiempo pasa y la verdad se aleja. Me temo que esto sucede en todos los órdenes de la vida, el tiempo pasa y ya no sabemos muy bien qué es lo que queríamos hacer, seguimos intentándolo, innsistiendo, trabajando, incorporando otra capa diaria de ilusión a la gran superficie de las nubes.
Como decía Píndaro, somos la sombra de un sueño y, a veces, ni sombra somos; pero nos elevamos y ascendemos y caminamos por las montañas por encima de un mar de nubes como si ese fuese nuestro destino.
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