“Cuando una estatua se arruina, su vida como piedra comienza, y cuando, a su vez, ésta queda pulverizada, se nos abre la gran avenida del desierto.”
Marguerite Yourcenar
... Y comienzan a jugar las nubes, las dunas y el viento del logos...
... A miles de kilómetros de distancia, otro prisionero de otra caverna platónica lo primero que ve al salir es todo un inmenso espectáculo blanco, cielos, nieves, nubes, dunas, sedas, icebergs,... como si toda la obscuridad anterior pugnase ahora por ser resplandeciente y quisiera mostrarse como el negativo absoluto de la ignorancia.
De aquella sobreexposición a la luz, a la belleza más blanca, a la verdad más pura, a la bondad más inmediata y a la inteligencia más sensible, nace otra filosofía, otra manera de vivir el mundo y la vida, no tan conocida como la platónica pero, no por eso, menos importante.
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